Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) afirman en un comunicado conjunto que se han reunido para analizar la situación política de Colombia y del ámbito internacional y «avanzar en el proceso de unidad que desde 2009 venimos forjando paso a paso», con el fin de «hacer converger ideas y acciones que permitan enfrentar junto al pueblo a la oligarquía y al imperialismo como elementos que imponen la explotación y la miseria en nuestra patria».

Los dos grupos guerrilleros muestran su «indoblegable determinación» para continuar «la búsqueda de una paz que para Colombia y el continente signifiquen el establecimiento de la verdadera democracia, la soberanía popular, la justicia social y la libertad».

En su nota afirman que «no es con demagogia y amenazas de represión y más guerra que se pondrá fin al conflicto» y subrayan que con «más compra de material bélico ni entregando al país al Pentágono no se alcanzará la paz». «No es con planes guerreristas y de tierra arrasada, como el Plan Patriota o el Espada de Honor como se logrará la reconciliación de los colombianos», añaden.

Las FARC y el ELN insisten en que la paz tampoco se logrará «dando ultimatums a la insurgencia a partir de la idea vana de que la paz sería el producto de una quimérica victoria militar del régimen, que lleve de rodillas a la insurgencia, rendida y desmovilizada, ante ese adefesio llamado marco jurídico para la paz».

Por el contrario, defienden que «la unidad y la movilización del pueblo en favor de los cambios estructurales para, sobre la base de la justicia, construir la paz, son la verdadera llave de su conquista».