El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha decidido esta mañana tomar por buenas las acusaciones del fiscal e imputar al secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y presidente del grupo parlamentario de CiU en el Parlament, Oriol Pujol, por su supuesta implicación en el caso de las ITV, una trama que pretendía amañar concursos públicos de estaciones de inspección técnica de vehículos.

La gran pregunta ahora es qué hará el hijo del expresidente, que en un reciente discurso defendió su inocencia, pero dejó entrever que daría un paso atrás en caso de imputación, con el objetivo de no poner trabas al proceso soberanista emprendido por Catalunya. Ha convocado una rueda de prensa esta misma mañana.

Según el fiscal que investiga el caso, Pujol «coordinó, dirigió y amparó la actividad delictiva» de los impulsores de una trama para amañar un concurso de estaciones de inspección técnica de vehículos, con el objetivo, siempre según el fiscal, de «lucrarse personalmente». Para ello, según el informe de la Fiscalía, el secretario general de CDC habría utilizado sus cargos en el partido y en el Parlament para presionar a su favor.

Por este caso de las ITV –derivado del caso ‘Campeón’– ya están imputados el subdirector de Seguridad Industrial de la Generalitat, Isidre Masalles, el militante de CDC Josep Tous –de la máxima confianza de Pujol–, y los empresarios Sergio Pastor y Sergi Alsina.

Con esta de Pujol, la bancada convergente en el Parlament suma ya dos imputados, después de que el TSJC imputase también recientemente al exalcalde de Lloret de Mar i ahora diputado Xavier Crespo. Pese a su presunta implicación en una trama de blanqueo de dinero de la mafia rusa, Crespo no ha abandonado todavía su escaño. En la misma situación se encuentra el todavía diputado y ya exsecretario de organización del PSC, Daniel Fernández, imputado por otro presunto caso de corrupción.