@GARA_jiturria
Elgoibar

Elgoibar acoge el inicio de una vuelta marcada por la búsqueda del espectáculo

La ronda vasca presenta un recorrido muy duro con dos finales en alto en La Lejana y Arrate y dos últimas etapas de Beasain llamadas a decidir el podio final. El nuevo ciclismo provoca que vengan menos estrellas.

La Euskal Herriko Itzulia arranca hoy en Elgoibar con el recorrido más espectacular y la peor participación de los últimos años. Euskaltel Euskadi y Beñat Intxausti intentarán aprovechar las dos circunstancias para brillar en una prueba en la que, además de la mayor motivación y el apoyo de la afición vasca, tendrán a su favor un trazado ideal para sus características.

Solo la etapa de mañana con final en Gasteiz está llamada a acabar en un sprint de un grupo muy numeroso porque la de hoy, de 156 kilómetros, con salida (13:15) y llegada (17:15) en Elgoibar, presenta a siete kilómetros de meta la cima de Aisastia (San Miguel) de segunda, 4,8 kilómetros al 5,42% de media que deben ser suficientes para que no llegue junto un gran pelotón.

A partir del miércoles se empezarán a marcar diferencias en la llegada en alto a La Lejana, puntuable de segunda categoría, que presenta un promedio engañoso del 5,74% en los últimos 7,4 kilómetros, pero la media es del 7,3% en los primeros cuatro de subida y, tras tres de descenso y falso llano, los ciclistas se encontrarán con una pared final de 475 metros al 21% de media en la que está la meta.

El jueves llegará la tradicional etapa con final en Arrate (7,3 kilómetros al 6,71% de media), subida de Primera que los ciclistas harán dos veces en una etapa que presenta otros tres puertos de Segunda en 151 kilómetros.

El desnivel camino de Beasain

Pero la mayoría de los ciclistas que han preparado la Euskal Herriko Itzulia no se han fijado tanto en los dos finales en alto de La Lejana y Arrate como en las dos etapas de Beasain que han querido reconocer para subrayar su gran dureza. Samuel Sánchez la comparaba con la penúltima de la Tirreno que sentenció la carrera a favor de Nibali en detrimento de Froome.

Al asturiano le salían 3.300 metros de desnivel entre Eibar y Beasain -en la etapa decisiva de la Tirreno fueron 3.700-. Es un continuo sube y baja en el que el público se podrá concentrar en el alto de Olaberria, 1.200 metros al 13,75% que se subirán en tres ocasiones, la última a menos de seis kilómetros de la llegada a Beasain.

Además se suben Azkarate, Urraki, Santa Ageda, Mandubia, Gabiria y Barbaris para totalizar nueve puertos puntuables en 165 kilómetros en los que apenas hay terreno llano y en los que la carrera se puede decidir en las subidas y en las bajadas porque durante toda la semana se espera que la lluvia sea fiel a su cita con la carrera vasca.

También será espectacular con un constante sube y baja la crono final de Beasain del sábado, con subidas a Liernia, Zerain y Olaberria dentro de sus 24 kilómetros de recorrido. Es una contrarreloj que no favorece tanto a especialistas como Tony Martín y Richie Porte y sí a corredores como Samuel Sánchez.

También favorecía a Mollema, tercero de la última edición, pero la del holandés y la de Menchov fueron dos de las bajas que se conocieron ayer y eso reduce aún más el ramillete de favoritos. No son muchos los corredores importantes que han querido llegar en su mejor forma a la ronda vasca y a las ardenesas.