El president de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, ha comparecido para valorar sus primeros 100 días de legislatura, fuertemente marcados por la crisis económica y por el proceso soberanista emprendido por el Principat a partir de la última Diada Nacional. En este sentido, y contra lo especulado en los últimos días, Mas ha declarado que el rumbo hacia la consulta «no se ha desviado».

Tras la reunión secreta mantenida recientemente por Mas y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, los sectores soberanistas habían disparado las alarmas ante una posible marcha atrás del Govern en el proceso hacia la consulta. Máxime cuando varios diarios madrileños han publicado informaciones sobre una presunta negociación entre Catalunya y el Estado para relajar el objetivo de déficit a cambio de un freno al proceso soberanista.

Mas ha explicado que la reunión transcurrió de manera cordial y ha recordado que está «obligado a dialogar», pero que esto no supone ningún tipo de marcha atrás. «El rumbo está establecido y se mantiene», ha declarado, añadiendo que el diálogo con el Gobierno del PP y el proceso soberanista «no son elementos incompatibles». De todos modos, ha asegurado que no hubo ningún tipo de acuerdo sobre la consulta, sobre la cual las posiciones de ambos «están en las antípodas».

El president también ha señalado que no habló de modelo de financiación con Rajoy, sino simplemente del estado de las finanzas públicas y de los objetivos de déficit, que en Catalunya confían en que el Estado relaje para no tener que realizar unos presupuestos con 4.400 millones de euros de recorte.

Situación grave y gobierno de concentración

En su comparecencia, Mas ha insistido en la «complicada» situación económica de la Generalitat, sobre todo debido al estado de las finanzas de la Administración catalana, por lo que ha marcado como primer eje de acción del Govern «las finanzas públicas y el objetivo de reducción de déficit». En este sentido, ha reclamado, una vez más, al Estado español que relaje el objetivo de déficit para 2013.

Además, ha insistido en la idea de un gobierno de concentración junto a ERC y PSC, señalando que «el país necesita un Govern transversal» que represente al conjunto de la sociedad, porque «la situación es suficientemente grave como para entender que lo que está en juego no es el Govern, sino el país». De todos modos, Mas ha considerado que el pacto de estabilidad con ERC «progresa adecuadamente».