El Consejo de Gobierno foral ha tomado la decisión de declarar lesivo el contrato con Bidelan. La iniciativa es consecuencia de la modificación del contrato llevada a cabo en 2010, de manera que además de los costes fijos, Bidelan obtiene un beneficio del 7,7%.

El cambio se aprobó con efecto retroactivo desde enero de 2009, lo que hace que en el periodo entre 2009 y 2012 se hayan abonado 15,6 millones de euros más a Bidelan. Los trámites para la rescisión del contrato ya han comenzado, por lo que serán los tribunales quienes tengan la última palabra.

La portavoz de la Diputación, Larraitz Ugarte, ha asegurado que durante los últimos dos años han estado hablando con Bidelan para lograr un acuerdo, cosa que, por el momento, no ha sido posible.

La administración pública se haría cargo de la gestión que realiza hoy en día Bidelan, que se encarga del mantenimiento y explotación de la AP-I y la AP-8. De la misma manera, el propósito es que la actual plantilla de Bidelan, que cuenta con más de 200 trabajadores, pase a Bidegi.

Si finalmente se rescinde el contrato con Bidelan, la Diputación prevé un ahorro de 12 millones de euros, que pasarían a manos de Bidegi.