No es una buena señal que en la quinta jornada ya se tenga que afrontar un encuentro con premuras, pero es lo que se ha buscado Osasuna que, a cada temporada que pasa, se complica más la vida. Si parecía difícil repetir lo del año pasado, el inicio de la 2013-14 ha demostrado que incluso se puede agravar, firmando el peor registro en un comienzo liguero de la historia del club en Primera.

Tras cuatro encuentros consecutivos hincando la rodilla, a la escuadra navarra le toca dar la primera alegría de la temporada a sus aficionados. No le queda otra: ganar o ganar. Es el único antídoto para acallar los debates internos sobre los cambios habidos en el staff técnico y el estado físico de la plantilla, pero sobre todo para volver a ilusionar a una parroquia que, a las primeras de cambio, ya parece haber entregado la cuchara, por lo que se puede deducir de lo que se dice en la calle.

Osasuna es muy poca cosa sin su hinchada, a la que necesita como el comer, especialmente en los momentos más delicados. Recuperar el idilio con la grada es una tarea en la que se tiene que aplicar la plantilla y solo lo va a conseguir si sus seguidores ven que los jugadores se dejan la piel en el campo, la única vía que, como se puede comprobar en la historia rojilla, le ha traído buenos resultados.

Frenar ese amago de divorcio solo puede conseguirse con una victoria frente al Elche, siendo el momento para que el cuadro rojillo haga aflorar ese espíritu que le ha caracterizado en los últimos años cuando ha estado con el agua al cuello.

Cejudo, baja confirmada

Quien no podrá colaborar al intento de alcanzar el primer triunfo de la presente campaña será Álvaro Cejudo. El propio Javi Gracia confirmó que sus molestias prosiguen y que ello «le impide entrenar y contar con él», a la espera de cómo evolucione. La baja del jugador cordobés supone que el entrenador rojillo solo tenga que realizar un descarte, al contar con 19 hombres disponibles.

Lo que parece claro en un once de difícil acierto es que las variaciones respecto a Getafe se darán de medio campo hacia atrás, ya que el armazón defensivo es el que más problemas está dando, a diferencia de otras temporadas. Las posibilidades en estas dos líneas son muy amplias y las alternativas, variadas, debido a que nadie tiene seguro el puesto ni en la línea zaguera ni en el doble pivote. Lo que sí parece claro es que el cuarteto formado por Sisi, Armenteros, Roberto Torres y Oriol Riera se encargará de llevar el peso en el ataque del equipo osasunista.