La comparecencia ha tenido lugar frente a la oficina de Lanbide en la Alameda de Mazarredo (Bilbo), junto a los colectivos sociales Berri-Otxoak, Danok Lan, Elkartzen, Mujeres del Mundo, Posada de los Abrazos, R.B.U. Taldea (Renta Básica Universal) y SOS Racismo.

El representante de ELA, Xabier Naveda, ha afirmado que los «constantes recortes» han supuesto un «deterioro» de las prestaciones sociales, de la calidad del servicio de Lanbide y de las condiciones laborales del personal en plantilla. Ha denunciado que las Ayudas de Emergencia Social (AES) «siguen sin ser un derecho» y que además, debido a la «muy insuficiente» dotación económica «en seis meses se ha agotado el presupuesto».

Naveda ha criticado que se deje sin prestación a «mucha gente que carece de recursos económicos» al «endurecer» los requisitos de acceso a las prestaciones. Según estos criterios, se retira la Renta de Garantía de Ingresos «a las familias monoparentales, matrimonios y parejas afectadas por los desahucios que sean acogidas por sus familiares», y se establece un plazo máximo de percepción de la RGI «a quienes tienen empleos precarios con bajos salarios».

El representante de ELA ha denunciado que ante el aumento de demandantes de prestaciones sociales, los medios humanos de la Administración «cada vez son menores y bajo condiciones más precarias, sufriendo reducciones salariales, aumento de jornada, inestabilidad y fraude en la contratación. Lanbide no está cubriendo las vacantes del personal, por jubilaciones, vacaciones o bajas».