La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, y la responsable de negociación colectiva del sindicato, Garbiñe Aranburu, han explicado en rueda de prensa en Bilbo la postura de la central sobre el nuevo organismo, llamado Orpricce (órgano para la resolución de los procedimientos para la inaplicación de convenios colectivos estatutarios), y han insistido en pedir un nuevo modelo de relaciones laborales.

El nuevo organismo, cuya entrada en funcionamiento se prevé en breve, nace de la reforma laboral, que contempla la posibilidad de no aplicar las condiciones laborales pactadas en una empresa si se dan determinadas circunstancias económicas, técnicas, organizativas o de producción.

El Orpricce estará participado por el Gobierno de Lakua, la patronal y los sindicatos, con cinco representantes cada una de las tres partes, y sus reglas de funcionamiento prevén el arbitraje obligatorio en caso de desacuerdo entre ellas, según ha explicado la responsable de negociación colectiva de LAB.

Aranburu ha advertido que «el 99 % de los casos que se traten en su seno acabarán resolviéndose mediante arbitraje obligatorio, al establecerse la resolución de un conflicto mediante este método en caso de desacuerdo de una de las partes que lo integran».

La sindicalista ha opinado que esta regulación implica «un desequilibrio» en favor de la patronal y ha reprochado al Gobierno autonómico que haya «cedido» a las pretensiones empresariales y «regale» a la patronal «la posibilidad de inaplicar convenios y reducir salarios mediante el arbitraje obligatorio».

Aranburu, que ha recordado la postura contraria de LAB al arbitraje obligatorio, ha indicado que el sindicato no nombrará ningún representante en el Orpricce y ha instado a actuar de igual manera al resto de los sindicatos para «no legitimar la posición del Gobierno Vasco y la patronal».

También ha asegurado que LAB «va a seguir peleando en las empresas. Allí donde esté LAB habrá confrontación si quieren inaplicar convenios y bajar salarios».

Ainhoa Etxaide ha insistido en demandar un nuevo modelo de relaciones laborales y ha propuesto que sus «reglas de juego» sean acordadas en el ámbito vasco entre partidos y sindicatos, para posteriormente presentar lo acordado a la patronal. También ha instado a «plantarse» al desarrollo de la reforma laboral aprobada por Madrid, tanto en la negociación colectiva como en el ámbito institucional.