Transcurrida la pleamar, que estaba fijada en torno a las 21.00 de anoche, el Departamento de Seguridad de Lakua desactivaba la situación ‘0’ del Plan de Protección Civil, al considerar superada la peor fase de la alerta naranja por riesgo de olas de hasta siete metros, que en esta ocasión no han embestido tan fuerte al no ir acompañadas de mareas vivas.

A pesar de que las «defensas estaban muy tocadas», como había dicho la consejera de Medio Ambiente, Ana Oregi, no se ha registrado «ningún tipo de incidencia importante» durante la fase de alerta, salvo una operadora de televisión herida en Donostia por tarde al ser arrastrada por una ola.

En Bermeo, donde había una gran expectación de gente en el mirador del puerto ante lo que pudiera ocurrir, el centenar de bloques de hormigón de nueve toneladas colocados de urgencia tras los destrozos del domingo paliaba en parte la entrada de agua en los muelles.

No obstante, el dique provisional instalado delante de las lonjas de arrantzales no ha soportado del todo los embates del agua, que ha vuelto a entrar en algunos locales, aunque sin causar los destrozos de hace cuatro días.

En Donostia, las medidas preventivas adoptadas han evitado riesgos, aunque el puente del Kursaal permanecía cerrado hasta medianoche.

El Ayuntamiento donostiarra había ordenado reforzar todas las vallas colocadas en los últimos días para evitar el acceso a las zonas dañadas por el temporal marítimo del domingo.

Las medidas de precaución adoptadas en otros municipios también han permitido evitar nuevos daños.

Getxo había prohibido el tránsito de coches y peatones en las zonas próximas al mar, en concreto, desde el restaurante la Ola al Puerto Viejo, así como el tramo peatonal por el muelle de Arriluze y por el paseo de Ereaga.

Se habían suspendido además todas las actividades deportivas al aire libre en los polideportivos de Fadura y Gobela, en este caso por la alerta de fuertes vientos.

La carretera N-634 también había sido cerrada al tráfico entre las localidades costeras de Getaria y Zumaia.

La noticia de la jornada relacionada con el mar fue la del carguero ‘Luno’, que se partió en dos al empotrarse contra un dique del puerto Baiona.

El barco, que viajaba sin carga aunque con 127.000 litros de fueloil y 12.000 litros de aceite para su propia propulsión, sufrió una avería eléctrica total y chocó contra el dique.

Los once tripulantes y el práctico portuario fueron rescatados en helicóptero sin que ninguno sufriera heridas importantes.