El Congreso español ha aprobado, con 186 votos a favor, 144 en contra y 3 abstenciones, la resolución presentada por Carlos Salvador, que pretende evitar «la modificación del estatus de Navarra como paso previo a la fractura de España». Al mismo tiempo que se daba luz verde a un texto que impone límites al estatus que decidan mantener los ciudadanos navarros, la Cámara Baja tumbaba, con 288 votos en contra, la propuesta de Amaiur para que sean precisamente los habitantes de Nafarroa y sus representantes legítimos quienes determinen las soluciones a la crisis política abierta tras el caso de las irregularidades en Hacienda de Lourdes Goicoechea. Todo ello, a falta de menos de 24 horas de que la comisión de investigación del Parlamento foral se reúna para poner en común sus conclusiones, que podrían desembocar en una moción de censura contra Yolanda Barcina.

«El Congreso insta al Gobierno y a las fuerzas políticas democráticas a trabajar conjuntamente desde la confianza, la responsabilidad y la lealtad, en la consecución del fin del terrorismo y en la derrota política y social de la organización terrorista ETA en todos sus frentes, evitando la instrumentalización de la educación, la elaboración de un relato que justifique la actividad terrorista, la manipulación de la historia para justificar sus objetivos de construcción nacional y la modificación del estatus jurídico de Navarra como paso previo a la fractura de España».

Este es el texto presentado ayer por UPN y que ha sido aprobado en el Congreso con los votos del PP. No obstante, al margen de la literalidad del texto, cabe recordar que la resolución llega en un momento en el que la formación liderada por Yolanda Barcina se ha centrado en el discurso del miedo al abertzalismo para mantenerse en el poder.

El PSOE, hacia quien UPN y PP han enfocado su presión con el objetivo de evitar que la presidenta foral sea desalojada, ha votado en contra. Eso sí, con todas las miradas sobre Ferraz, su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha eludido hablar sobre Nafarroa al salir del hemiciclo.

Al mismo tiempo que la Cámara Baja avalaba un texto que impone líneas rojas a la decisión de los navarros, 288 diputados echaban atrás la propuesta de Amaiur para que el Congreso instase al Ejecutivo de Mariano Rajoy a no «inmiscuirse» en los asuntos internos de Nafarroa y respetar lo que su ciudadanía y sus representantes determinen. Onintza Enbeita, en su turno de defensa del texto, ha censurado que «quienes denunciaban que Navarra no se vende terminen mercadeando con ella en Madrid».