En un recuento todavía provisional, las candidaturas de la derecha han conseguido el 46,5% de los votos, mientras que la izquierda –que ha estado gobernando la mayoría de las ciudades más importantes– ha logrado el 37,7%.

La abstención ha alcanzado un nivel récord del 38,72%, un elemento que ha pesado en el fuerte retroceso de la izquierda, mayor incluso de lo que auguraban las encuestas de las últimas semanas, como lo ilustra el caso de París. «Esta abstención es muy elevada. Es un mensaje incontestable enviado por nuestros ciudadanos. Hay que entenderlo. Los responsables públicos y políticos deben entenderlo», ha declarado el ministro de Interior, Manuel Valls.

En la capital, la candidata de la derecha, Nathalie Kosciusko Morizet, ha obtenido un 35,64% de los sufragios, por delante de la favorita Anne Hidalgo (PS), que se ha quedado con un 34,40%. Hidalgo, no obstante, mantiene las mayores posibilidades para ser elegida alcaldesa y suceders su compañero Bertrand Delanoe, de quien ha sido la número dos en los dos últimos mandatos, debido al sistema de elección, que se basa en los resultados en términos de concejales en los 20 distritos en que está dividida la ciudad.

Por su parte, el ultraderechista Frente Nacional (FN) ha obtenido un 4,78% del total, una cifra importante si se tiene en cuenta que no presentaba candidaturas en la inmensa mayoría de los municipios.

El partido de Marine Le Pen ha obtenido directamente la alcaldía de una ciudad de 26.000 habitantes como Henin Beaumont –departamento de Pas de Calais, cerca de la frontera belga– y podrá disputar el control de alrededor de un centenar en la segunda vuelta del próximo domingo.

El FN ha sido la lista más votada en numerosas ciudades del sur y el sureste, como Perpinyà (capital de Catalunya Nord), donde el número dos del partido, Louis Aliot, ha logrado más del 34% de los sufragios.