Conoce muy bien los entresijos de la gestión municipal ya que lleva años en el consistorio bayonés. En este mandato que acaba ha sido teniente-alcalde en el equipo de Grenet y responsable de Cultura.

El domingo pasado hubo un 43,5% de abstención en Baiona. ¿La achaca usted principalmente a los sectores de izquierda que no se desplazaron a votar?

Para empezar, la abstención del domingo no fue superior a la de la primera vuelta de las municipales de hace seis años. Por tanto, no puede hablarse de una abstención excepcional. Además, en comparación con el Estado es menos importante. Dicho esto, al PS le conviene decir que este abstencionismo viene esencialmente de su electorado potencial. Por los datos que yo he analizado, ha habido también abstención de los sectores de la derecha y del centro. Lo que es obvio es que tanto unos como otros tenemos que trabajar para atraer a esos abstencionistas a las urnas.

La misma noche del pasado domingo, nada más conocidos los resultados, la candidata de la derecha Sylvie Durruty se unió a su lista para la segunda vuelta. Según los datos, si se hubieran presentado juntos en la primera, era bastante probable que hubiese alcanzado la mayoría absoluta ya que rozó el 49% del voto. ¿No es esto una pérdida de energía innecesaria?

Yo siempre he deseado una unión desde la primera vuelta. Sylvie Durruty pensaba lo contrario ya que creía que el hecho de ir en dos listas separadas daba más opciones para beneficiarnos de más voto en la segunda. Bueno, eso lo vamos a verificar el domingo que viene pero sí es cierto que cuando se analizan los datos del domingo pasado da qué pensar, porque realmente estuvimos cerca de conseguirlo.

Ha intentado aunar a su lista a Baiona 2014. ¿Cuáles han sido las principales dificultades para que no se haya logrado?

Me he reunido dos veces con Jean-Claude Iriart y hemos hablado de los elementos programáticos. Hay algunos en los que coincidimos sin problema pero, evidentemente yo no puedo decir que mi lista sea de tendencia de izquierda porque es de centro y de derecha republicana. Finalmente la asamblea de Baiona 2014 ha decidido mantenerse y no aliarse ni con Etcheto ni conmigo y presentarse junto al FG.

Uno de los puntos programáticos en los que coincide con él es en el de la demanda de una Colectividad Territorial Específica para Ipar Euskal Herria. ¿Si es elegido, seguirá defendiéndola tanto a nivel municipal como en la mancomunidad de aglomeración ACBA?

Mis convicciones no han cambiado. En mi programa está claramente escrito que defenderé el reconocimiento institucional del País Vasco. Por supuesto, no lo hecho para atraerme las simpatías de los votantes de Baiona 2014. Es parte de mis convicciones personales desde hace mucho tiempo. Ya en 1999 reivindicaba un departamento vasco, luego estuve en la creación de la plataforma Batera de la que soy miembro activo. Por tanto, mi compromiso viene de lejos. Estoy convencido de que el reconocimiento institucional del País Vasco es bueno para Baiona y también para la aglomeración por lo que seguiré trabajando para hacerlo realidad.

En el mandato que se acaba, ha sido responsable de cultura en el ayuntamiento bayonés. Desde el punto de vista de las relaciones con Hego Euskal Herria, ¿qué papel debería tener Baiona, por ejemplo, en la iniciativa Donostia capital cultural 2016? ¿Se limitaría a algo simbólico o considera que tendría que tener un papel activo?

El capítulo de las relaciones transfronterizas en general es una asunto que concierne a la intercomunalidad, es decir a la ACBA [Mancomunidad de Aglomeración BAB más Bidarte y Bokale]. Tengo claro que la cuestión de las relaciones con el sur es capital y así lo he recogido en mi programa. Ahora bien, circunscribiéndome al apartado cultural y en concreto al evento Donostia 2016, se trata de un proyecto al que estoy muy unido desde el principio.

Ya cuando se forjó siendo entonces alcalde Odón Elorza apoyé totalmente el proyecto incluso antes de que el jurado optara por Donostia, que lo hizo, precisamente, cuando Izagirre llegaba al ayuntamiento. Baiona ha participado en todo el proceso y seguirá haciéndolo. Precisamente, ahora mismo hemos realizado una exposición en el Museo Carré Bonnat sobre René Cassin en colaboración con Donostia. Las relaciones transfronterizas son capitales pero no solo en el marco cultural sino también en otros aspectos como transporte, movilidad o desarrollo económico. Tenemos que impulsarlas, es interesante para todos y creo que no hemos hecho lo suficiente en este apartado.

Le hemos visto en la Conferencia de Aiete. ¿Estará el proceso de resolución en su agenda si es elegido alcalde de Baiona?

Desde la Conferencia de Aiete en la que estuve presente, he mantenido bastantes reuniones en el marco de Lokarri y Bake Bidea, y he participado en los dos foros que ha organizado en Baiona. Si soy elegido alcalde tengo intención de seguir, cuando menos, tan activo como hasta ahora en esta cuestión tan importante. Por supuesto, estará en mi agenda.

Si se convierte en alcalde de Baiona, ¿qué tema abordaría primero? ¿Tiene alguna prioridad o deseo particular?

Uno de los problemas que abordaría enseguida es el de la movilidad. Es algo urgente. Tenemos una falta de fluidez en la circulación de la ciudad muy importante y, dado que Baiona se ha convertido en el centro de la aglomeración, estamos pagando ahora las consecuencias porque no hemos sabido anticipar este fenómeno. El otro problema prioritario sería el de la accesión al empleo de los jóvenes y, evidentemente, también a la vivienda.