Asier AIESTARAN

Irujo piensa ya en la final tras una cuenta atrás muy complicada

El de Ibero, que lleva más de un mes litigando con el hematoma que sufre en la mano izquierda, ha hecho todo lo posible estos días para intentar llegar lo mejor posible a la final del domingo. «Si por forzar me pierdo tres meses, pues me los pierdo», se conjura decidido el navarro.

He mirado todo. Ha sido una locura, sobre todo la semana pasada. He ido a muchos sitios y he agotado todas las posibilidades. He probado un montón de tratamientos. He hecho todo lo que estaba a mi alcance y me quedo con esa tranquilidad. Y lo que quería era estar un poco más tranquilo esta semana, porque la anterior acabé cansado psicológicamente y eso no es lo mejor para preparar una final. Conforme se va acercando la fecha me están entrando ganas de jugar y con eso me quedo». Son las palabras de Juan Martínez de Irujo cuando se le pregunta sobre una cuenta atrás especialmente complicada para él de cara a la final de Parejas del domingo.

Sin querer entrar en detalles -«tampoco es cuestión», entiende-, el de Ibero explica a GARA su lucha contra el reloj para intentar recuperar lo máximo posible el hematoma que sufre en su mano izquierda y que le ha obligado a jugar los dos últimos partidos de semifinales utilizando prácticamente solo la derecha. «No les voy a coger el teléfono -se refiere a los medios de comunicación, a los que prefirió convocar ayer en una ronda de entrevistas- porque no sé lo que les voy a contar. Y a mí no me gusta contar películas. A mí me gusta decir las cosas como son y no andar mintiendo. Me preguntaban el pasado miércoles a ver qué iba a hacer el jueves, y no lo sabía. Porque estaba esperando que me llamara uno, que me respondiera el otro... No podía planificar nada», lamenta al respecto el delantero navarro.

Y también responde con franqueza cuando se le cuestiona sobre el estado de esa zurda cuando el domingo salte a la cancha del Bizkaia al filo de las 18.15. «Es imposible saber a qué porcentaje está la mano. No hay un medidor. Igual empiezas con la mano bien y para el segundo tanto no le puedes dar». Una sinceridad que le lleva a responder con un rotundo «no tengo ni idea» cuando se le pregunta sobre los plazos de recuperación que manejan los médicos. La principal razón estriba en que «es un sitio malo para proteger», concretamente la base del dedo índice, una zona especialmente delicada para la herramienta de trabajo de cualquier manista.

«Preparado para ambas realidades»

Ante semejante tesitura, y lejos de caer en el pesimismo, Martínez de Irujo se ha conjurado para agarrarse con fuerza a los factores positivos de la situación, que también existen. «Lo bueno es que a pesar de estas lesiones y estos baches estoy llegando a las finales, estoy trabajando bien aunque sufriendo, y si los resultados llegan eso te deja más satisfecho que cuando te encuentras bien físicamente». Es por ello que prefiere convencerse de que su maltrecha zurda «va a estar en perfectas condiciones» el domingo. «Es lo que quiero pensar. Tengo que ser optimista, porque de otra manera no puedo ir al frontón. Y también pienso que la mano me va a doler, por supuesto. Tengo que estar preparado para ambas realidades».

Un lastre, el de las lesiones, con el que Irujo está acostumbrándose a convivir en las últimas competiciones. Y es que en la pasada edición del Cuatro y Medio fue una fractura en el dedo índice de su mano derecha la que le llevó por el camino de la amargura. «Y en el segundo tanto de la final se me jodió la derecha», añade el propio protagonista. «Es lo que nos toca. No solo me pasa a mí, nos pasa a todos los deportistas y no hay más remedio que convivir con esto. Podría darle más despacio a la pelota para no hacerme daño, pero así vas mal».

De hecho, el delantero tiene claro que, tratándose de una final, no puede saltar a la cancha pensando en el futuro. «En un principio no voy abusar de esa mano, eso está claro. Pero cuando tenga que meter la mano la meteré, si la cabeza me deja por lo menos. Estoy mentalizado para ir, de que voy a jugar bien, y de que si la mano me empieza a doler desde el calentamiento voy a apretar los dientes y sufrir todo lo que pueda. No soy de los que evita sufrir. En el hipotético caso de que por forzar me pierdo tres meses pues me los pierdo», sentencia Irujo.

Amoldándose a «otro tipo de juego»

Una lesión que le ha obligado a cambiar su forma de jugar, tal y como quedó en evidencia en el decisivo partido de semifinales contra Xala y Zubieta. «Es cierto que yo con la izquierda no estoy como otras veces, pero se ha visto en los dos partidos de la liguilla que con la derecha ando bien y que nos hemos amoldado muy bien a otro tipo de juego». Una muy buena noticia para la pareja formada por Irujo y Barriola, que sumó muchísimo juego en el citado encuentro: «Es importante, y más a estas alturas, en partidos de semifinales o ya en la final, a la que llegan las dos mejores parejas. Yo no me atrevo a jugar solo contra Olaizola y Aretxabaleta, y ellos tampoco. Aimar está a tope, pero por mucho que juegue si Andoni no le ayuda igual no gana. Y al revés».

Viendo los resultados de los dos últimos partidos que Irujo y Barriola han jugado a vida o muerte, saldados ambos con un resultado de 22-8, más de uno pensará que quizás la lesión no le ha venido mal a Irujo, para apostar por un estilo más sobrio. Incluso algún aficionado podría tener la tentación de pensar que su zurda no está tan mal. Un extremo que, lógicamente, el pelotari no comparte en absoluto: «La gente puede decir lo que quiera, está en todo su derecho. Pero les diría que no sé qué partidos han visto. Ha quedado claro que con la izquierda no he podido entrar. Cuando cogía pelota en el dos intentaba acabar. Que sale, perfecto; que no, pues nada. Yo siempre he sido de entrar desde el tres y desde el cuatro con la zurda. Se hablará de aplazamientos, de excusas... pero el que me sigue día a día ya sabe cómo ha cambiado mi forma de jugar a raíz de los problemas en la mano. Estos dos últimos partidos no se han parecido a nada de lo que yo he venido haciendo en mi carrera».

En esa línea, Juan Martínez de Irujo espera para el domingo «un partido raro, incómodo, sobre todo para mí por la manera nueva de jugar. Está claro que nosotros primero le tenemos que machacar a Andoni, hacerle sufrir, pero siempre sin descuidar la defensa. Yo sé que adelante tendré que defender muy bien por cómo está Aimar y Abel también tendrá que poner la pelota muy arriba para poder evitar su aire», analiza el iberotarra en la antesala de una final que guarda otra peculiaridad: en los tres partidos anteriores entre las dos parejas finalistas nunca han coincidido los cuatro titulares -Ibai Zabala entró por Aretxabaleta en el primero, Tolosa sustituyó a Barriola en el segundo y Aritz Lasa fue el suplente del propio Irujo en el tercero-. «Un partido inédito. Es curioso. Lo tenían que haber aprovechado las empresas para vender un poco más», bromea el delantero que no había pensado en ello.

De todas formas, Irujo hace un balance positivo del actual sistema de competición, que lleva inevitablemente a ese tipo de situaciones. «Son 18 semanas y los mismos pelotaris. Es normal que no podamos jugar todos los partidos. Si el sistema es bueno o no hay que preguntárselo al público. Si el público responde ojalá fuera de 25 semanas en vez de 18. Al final el Parejas es el campeonato que más gente lleva al frontón y no está mal así. Tiene que ganar uno. A lo mejor no siempre será el mejor, sino el que más aguante y el que más suerte tenga con las lesiones», admite.

Un Irujo que, tras cumplir con el protocolo de la elección de material hoy a las 12.00 en el Bizkaia bilbaino, intentará aislarse hasta el domingo. «A partir de mañana poco se me va a a ver el pelo por ahí. Para una cita tan importante la cabeza tiene que estar despejada, porque si la cabeza no descansa el cuerpo tampoco». Y quebraderos de cabeza ya ha tenido suficientes.

Se queda con su «regularidad» y destaca la «ilusión» que comparte con Barriola

Principal figura de la última década junto a Aimar Olaizola, Juan Martínez de Irujo disputará el domingo su 18ª gran final como pelotari profesional, la sexta del Parejas en diez participaciones. El número de txapelas también es considerable, ya que ha ganado hasta el momento nueve títulos, cuatro de ellos precisamente en el Campeonato de Parejas. Ante esos números globales, Irujo reconoce que «es un dato bonito, pero yo remarcaría más que es el cuarto campeonato seguido en el que llego hasta la final. Parejas, Manomanista, Cuatro y Medio y otra vez el Parejas. Eso es señal de que estoy trabajando bien pese al sufrimiento de las lesiones. Es con lo que me quedo. Me quedo más con esas cuatro finales que con todas las anteriores. Yo soy más de vivir el momento, y cuando me retire ya haremos recuento de cuántas txapelas he ganado o cuántas finales he jugado». Y dentro de ese ciclo, el de Ibero se congratula «por la regularidad que he tenido», añadiendo que «no he podido ganar porque Aimar en el Manomanista me barrió, pero en el Cuatro y Medio le di bastante guerra, y sin la lesión en la mano igual el resultado hubiera cambiado, o igual no, es imposible saberlo».

Una final que será especial para su compañero, Abel Barriola. «Abel está ilusionado y eso se nota, pero yo también. Abel ha sido un currante de la pelota. Tiene la txapela del Manomanista, del Cuatro y Medio, y le falta la del Parejas para cerrar ese círculo. A ver si puedo ayudarle a entrar en ese grupo de pelotaris que han ganado la txapela en las tres modalidades. Me alegraría mucho por él, sin duda, y también por mí, porque también me hace ilusión». A. A.

Los finalistas ejercieron de modelos para presentar la nueva equipación de Astore

Astore presentó ayer en su sede de Arrasate la nueva equipación que ha diseñado para los pelotaris profesionales de Aspe y Asegarce y que se estrenará el domingo en Bilbo. El acto contó con la participación de los cuatro finalistas, que ejercieron de modelos para presentar las prendas que componen la nueva colección. También participaron Iñigo Salbidea, gerente de Asegarce, e Inaxio Errandonea, director comercial de Aspe. Astore dio a conocer tanto las camisetas de competición, realizadas en tejido poliéster Active Dry, como los pantalones de juego, confeccionados también en poliéster-lycra con cintura de goma y bolsillos. La línea también cuenta con ropa de calle de algodón, con camisetas en rojo y azul y una sudadera de algodón con capucha en negro. La nueva línea está a la venta desde ayer y supone un nuevo paso en la apuesta de Astore por la pelota, un deporte que viene apoyando desde su fundación, en 1988. Pelotaris y empresarios tomaron la palabra después del «pase de modelos» y destacaron la comodidad de las prendas, que según confirmaron Salbidea y Errandonea han evolucionado una barbaridad desde su época. Así, Iñigo Salbidea se acordaba del gran Fernando Arretxe, que en más de una ocasión tenía que retirarse a vestuarios a mitad de partido para cambiarse de camiseta por el sudor. También hubo disparidad de opiniones sobre cuál era la camiseta más bonita, la de Aspe o la de Asegarce. Olaizola II optó por la azul de Asegarce, su empresa, mientras que Irujo se quedaba con la «retro» de Aspe: «Será que yo también soy bastante antiguo», bromeó. A.A.