Sobre la base de diez puntos, el Gobierno colombiano y las FARC-EP han alcanzado un importante acuerdo sobre las víctimas. Afirman que «la satisfacción de los derechos de las víctimas hace parte fundamental de las garantías para la conquista de la paz» e inciden en que «cualquier discusión debe partir del reconocimiento de responsabilidad frente a las víctimas del conflicto. No vamos a intercambiar impuridades». Remarcan, además, que «los derechos de las víctimas del conflicto no son negociables; se trata de ponernos de acuerdo acerca de cómo deberán ser satisfechos de la mejor manera en el marco del fin del conflicto». Ambas delegaciones se comprometen con el esclarecimiento de «lo sucedido a lo largo del conflicto» y con el fin de «contribuir» en ese sentido, crearán «una comisión histórica del conflicto» y sus víctimas conformada por expertos, una de las exigencias de las FARC en los últimos meses.

En el marco de este acuerdo, catalogado como histórico, una delegación de víctimas –«compuesta de tal forma que se asegure la representación plural y equilibrada de las distintas víctimas, así como de los distintos hechos victimizantes»– viajará próximamente a La Habana para participar en la mesa de conversaciones, donde presentarán sus «propuestas y expectativas sobre la construcción de paz en los territorios y sobre la satisfacción de los derechos de las víctimas».

Al igual que hicieran con los anteriores puntos –la tierra, garantías para la participación política y la erradicación de los cultivos ilícitos», han solicitado a la oficina de la ONU en Colombia y la Centro de Pensamientos y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional que organicen tres foros regionales –en Villavivencio, Barrancabermeja y Barranquilla– y uno nacional en Cali.

Dos subcomisiones paralelas

Asimismo, para imprimirle mayor celeridad a los diálogos, han acordado crear una subcomisión técnica, integrada por miembros de las dos delegaciones con el fin de «iniciar las discusiones sobre el punto 3 de la Agenda» relativo al «fin del conflicto» y otra subcomisión de género para «asegurar que los Acuerdos tengan un adecuado enfoque de género y brinde garantías efectivas para que las mujeres puedan gozar de sus derechos».