La consejera de Economía y vicepresidenta del Gobierno de Nafarroa, Lourdes Goicoechea, presentó ayer una propuesta de reforma fiscal, cuyos ejes principales son una reducción del impuesto de Sociedades hasta el 20% de tipo único y la ampliación del mínimo exento del Impuesto de Patrimonio de 300.000 hasta el millón de euros.

La propuesta fue presentada a los grupos parlamentarios, que deberán darle el visto bueno para salir adelante. Sin embargo, solo ha concitado el apoyo del PP. Todos los portavoces parlamentarios a excepción del PP han cuestionado el fondo de la misma, ya que entienden que sigue las pautas marcadas por el Gobierno español, y todos, en este caso sin salvedades, critican que no se haya planteada como un proyecto de ley.

Para Juan José Lizarbe (PSN), «esto es la reforma de Montoro sin concretar y poniéndose la boina roja en la cabeza», al tiempo que se ha mostrado critico con un IRPF en el que algunos contribuyentes pagarán «1,5 euros menos y otros 30.000», así como con las medidas para reactivar la economía, «ni una».

El PSN rechaza además que el Gobierno de UPN haya planteado esta propuesta de reforma fiscal como un «documento abierto» y al respecto ha considerado que se trata de «una tomadura de pelo absoluta».

Para Bildu, el gabinete de Yolanda Barcina «ha traído a Navarra los parámetros fiscales diseñados por el PP en Madrid» pero «no es la reforma fiscal integral anunciada».

Maiorga Ramírez ha criticado que el Gobierno foral haya «impostado un proceso de participación» y ha advertido a UPN de su «irresponsabilidad» por plantear algo que «ya sabe que no puede prosperar porque las políticas fiscales de la derecha en Navarra no son mayoritarias».

Patxi Zabaldeta (Aralar-NaBai) ha calificado la reforma de UPN de «seguidismo de las ideas deslabazadas que ha dado el Gobierno de Madrid» y ha cuestionado que se plantee una exención en el Impuesto de Patrimonio de un millón de euros, la falta de «orden» en el Impuesto de Sociedades y una modificación del IRPF «en favor de los que más ingresan».

En su opinión, la reforma «no merece el nombre de tal» cuando además «no entra al fondo del asunto, no es homologable en Europa porque no tiene en cuenta una armonización fiscal» entre los estados miembros de la UE.

Por I-E, José Miguel Nuin ha subrayado que el contenido de esta reforma «es PP» ya que se trata «de una transferencia de 75 millones de euros de lo público, de los recursos de educación o de sanidad, a sectores muy concretos y privilegiados», lo que supondría si fuese aprobada «crear más desigualdad» y «traería más recortes mañana».

El único apoyo a la iniciativa del Gobierno navarro ha llegado del PP, cuya portavoz en asuntos económicos, Ana Beltrán, ha indicado que la propuesta «está en sintonía» con la del Gobierno central al «aliviar de carga fiscal» a los navarros para reactivar el consumo y rebajar el Impuesto de Sociedades para «favorecer el desarrollo económico y la creación de empleo».

La duda para el PP es como para el resto de grupos la forma en que el Ejecutivo de Barcina ha planteado esta reforma, un «documento abierto» que les ha «llamado la atención» y que para Beltrán evidencia «la minoría» en que se encuentra el Gobierno, que hace que «no se hayan atrevido» a remitirla como proyecto de ley, «que es lo que debería».