El juez federal Ariel Lijo ha procesado al vicepresidente argentino, Amado Boudou, por «cohecho pasivo y negociaciones incompatibles» con su cargo en un caso de corrupción relacionado con una imprenta de papel moneda, según fuentes judiciales.

El juez también ha procesado a un socio de Boudou y a un supuesto testaferro del vicepresidente, así como a otras tres personas presuntamente implicadas en el caso.

Boudou, que ocupó la cartera de Economía entre 2009 y 2011, es el primer vicepresidente en funciones en la historia de Argentina en ser procesado en un caso de corrupción. La decisión le ha sorprendido en La Habana, primera escala de una gira internacional que empezó el jueves y que debía concluir la próxima semana en Panamá.

La resolución del Juzgado Criminal y Correccional Federal número 4 establece que Boudou y su socio, José María Núñez Carmona, «habrían adquirido la empresa quebrada y monopólica Ciccone Calcográfica, mientras Boudou era ministro de Economía, a través de la sociedad The Old Fund y de Alejandro Vandenbroele, con el fin último de contratar con el Estado Nacional la impresión de billetes y documentación oficial».

Según la misma resolución, Boudou, «aprovechando su condición de funcionario público», y Núñez Carmona habrían acordado con los dueños de la imprenta Ciccone Calcográfica la cesión del 70% de la empresa «a cambio de la realización de los actos necesarios para que la firma pudiera volver a operar y contratar con la Administración Pública».

El juez ha ordenado un embargo sobre los bienes del vicepresidente por 200.000 pesos (unos 18.000 euros), según el Centro de Información Judicial.

En julio de 2010, un juzgado del fuero comercial declaró la quiebra de Ciccone –actualmente nacionalizada y rebautizada como Compañía de Valores Sudamericana– a petición del Fisco argentino por deudas impositivas.

La Justicia levantó la quiebra tres meses después, a solicitud de la propia empresa, tras haber negociado un plan de pagos con Hacienda, y la empresa quedó en manos de The Old Fund, cuyo responsable era Alejandro Vandenbroele, supuesto testaferro de Boudou.

El vicepresidente tendrá que declarar, además, en otro proceso abierto por la presunta compra ilegal de un vehículo con documentación falsa.

Su abogado, Diego Pirota, ha señalado que el auto de procesamiento contiene «varias inconsistencias» y que todo lo sucedido es «una farsa».