Joseba ITURRIA
Elkarrizketa
Haimar ZUBELDIA
CORREDOR DEL TREK

«Los objetivos son meternos entre los diez primeros y una etapa»

El usurbildarra se convierte en su decimotercer Tour en el ciclista vasco con más participaciones tras superar las doce de Miguel Indurain y Txente García. Debutó en 2001 en la primera presencia del Euskaltel y desde entonces solo faltó en 2010 por lesión. Ha acabado once, se retiró en 2004, y cuatro de ellos entre los diez primeros. Ese será su objetivo tras ser el único Trek ayer entre los 21 del primer grupo.

Zubeldia está contento con su preparación para el Tour en Jaca junto a Irizar, la misma que le dio el sexto puesto en 2012. Para pelear por el Top 10 solo pide evitar caídas como la del año pasado.

¿Cómo ha ido la preparación?

Quizás la primera parte del año no ha salido como quería porque pillé una gripe que costó remontar, pero cuando se han ido acercando las fechas el trabajo ha ido saliendo y me encuentro bien. En Dauphiné las sensaciones fueron buenas, hemos intentado mejorar, descansar y entrenarnos. La intención era estar lo mejor posible, pero el último día la carrera estaba loca, hubo un momento muy duro que no lo supimos pasar, aunque me quedo con las buenas sensaciones de toda la semana.

¿Convertirse en el primer vasco en disputar trece Tours ayuda a saber cómo llegar a la carrera?

Al final la experiencia cuenta y eso te da una tranquilidad. Sabes lo que te viene por delante y cómo tienes que hacer las cosas. En Dauphiné no puedes estar a un grandísimo nivel porque desde el principio hasta el inicio del Tour hay un mes y dos hasta su final. Hay que saber guardar, estar dos meses a un nivel muy alto es difícil. Siempre he hecho Dauphiné y, aunque gusta estar bien ahí porque da seguridad y garantías, el Tour está lejos y hay que guardar fuerzas.

No es de los que prepara el Tour con una concentración en altura...

Antes de la Volta estuve en Sierra Nevada quince días y me vine enfermo. Casi no valió para nada. Los últimos años hemos preparado el Tour en Jaca. No es altura, pero a Markel y a mí nos funciona. Antes de Dauphiné estuvimos 10-15 días y después también. Vino Josu Larrazabal con un masajista y fuimos de lunes a miércoles a reconocer las etapas de Pirineos. Hemos aprovechado para entrenarnos bien con puertos largos. Además en Jaca nos encontramos bien, tranquilos, con las familias. Estamos como en casa.

Decía Markel Irizar que le ve como en 2012, cuando le trasmitió que iba a hacer Top 10 y fue sexto...

Te gusta oír eso, te da tranquilidad, es buena señal. Antes del Tour de hace dos años me vio así y salió todo bien. Pero hay que ir día a día, salvar la primera semana, las etapas de Inglaterra, la de los adoquines... Cuando pase eso nos marcaremos objetivos, pero lo importante es que las piernas responden. Si hay eso y no hay caídas que nos impidan rendir, ahí estaremos.

Hasta Andy Schleck ha dicho que va a trabajar para usted...

Lo ha dicho también el mánager del equipo. Estamos Frank y yo de salida para hacer la general y eso te gusta, que tengas gente que te apoya. Es señal de que aprecian tu trabajo en el equipo y es importante para mí. No tenemos un hombre para luchar por el Tour, pero del quinto al décimo puesto tanto con Frank y conmigo lo veo factible. Mejorar eso sería una sorpresa, pero los objetivos son meterse entre los diez primeros y ganar una etapa. Si logramos los dos será un buen Tour para el equipo.

¿Por qué los hermanos Schleck no han recuperado su nivel?

Después de la sanción, Frank necesita un tiempo de adaptación para volver a la competición. No es lo mismo entrenar que competir. Andy lleva varios años que anda para arriba y para abajo. No sé cuál es el motivo y no soy quién para juzgarlo.

¿Cómo ve el recorrido del Tour?

Si se empieza con una prólogo y con pequeñas diferencias las cosas van más tranquilas. Hay más tensión con etapas normales, los sprinters tienen su oportunidad de vestirse de amarillo, la general está más abierta y la gente toma más riesgos, hay mucho nerviosismo y vienen las caídas. Luego el día de los adoquines va a ser de stress. Antes de entrar en los tramos de pavés va a ser una locura. Luego en la montaña, como siempre, Alpes y Pirineos son duros. Para destacar que solo hay una crono al final que marcará diferencias. Cuando hay dos cronos no me disgusta. Así tampoco. No es que las cronos me beneficien, pero tampoco me penaliza viendo cuáles serían mis rivales.

¿Cómo ha visto a Contador y Froome en Dauphiné?

Son los dos claros favoritos, pero Nibali no estará muy lejos. En Dauphiné se veía que le faltaba, pero estará bien. Luego el abanico se abre, pero claros candidatos son esos tres. No sé cuál será el orden, pero quizás lo más claro son los dos primeros.

Contador ha mejorado su nivel...

Lo del año pasado no fue normal para lo que estábamos acostumbrados. Ahora casi le vemos cerca o a su nivel y con muchas ganas, pensando siempre en carrera y sorprendiendo a los rivales, tácticamente jugando muy bien sus bazas. Las cosas quizás estaban más claras el año pasado. Este está más parejo entre los dos. Contador en Dauphiné daba la sensación de que llegaba con la preparación más adelantada, muy fino, más fresco.

¿Y Froome lo ha empeorado?

Puede ser. Tampoco ha llevado un año tan regular como el pasado, con problemas de salud antes de Tirreno, se ha perdido alguna carrera porque tenía un problema de espalda y cuando tienes esos parones no es bueno. Pero no es una diferencia alarmante, si ha ido para abajo no ha sido mucho.

¿Cuál puede ser la sorpresa?

Talansky llega a un nivel alto. En Dauphiné lo vi muy bien y el último día lo demostró. Él sabrá si lleva la preparación adelantada o si le queda margen aún.

¿Cómo ve las etapas de los Pirineos que ha reconocido?

Va a haber más diferencias que en los Alpes porque son duros y ya es la tercera semana. Habrá que ver cómo llega la gente.

¿Y qué espera en el ambiente tras la desaparición del Euskaltel?

Antes, cuando no corría el equipo, siempre había aficionados vascos en el Tour. Con Euskaltel se empezó a identificar la gente con el equipo, con las camisetas naranjas. Espero y deseo que la gente seguirá yendo al Tour y nos apoyará. Es mi sexto Tour fuera de Euskaltel y no he notado diferencias, me han seguido animando igual. El aficionado vasco siempre ha animado a los ciclistas vascos independientemente de dónde estén.