«No fue un accidente, explotó en el cielo», ha asegurado Biden durante un discurso en Detroit. Anteriormente, diversos medios estadounidenses, citando fuentes de los servicios de inteligencia, habían informado de que se había detectado el lanzamiento de un misil desde la superficie, pero que no se tiene clara su procedencia.
Una fuente consultada por ‘The Washington Post’ ha admitido que «llevará algún tiempo reunir información sobre las intenciones de quienquiera que estuviese implicado» en este ataque, en el que han perdido la vida 295 personas, más de la mitad de nacionalidad holandesa.
Kiev ha acusado a los milicianos prorrusos de utilizar un sistema de misiles Buk para derribar el vuelo MH17, mientras que estos han atribuido al Gobierno ucraniano la responsabilidad de su caída. La comunidad internacional, entretanto, ha exigido una investigación independiente.