B. ZALDUA- A. PRADILLA BARCELONA

El soberanismo defiende la consulta pese a discrepar en la forma

Pasada la exitosa Diada, el foco volvió ayer a la clase política, con el centro del debate situado en la polémica sobre qué hacer con la consulta del 9 de noviembre una vez el Gobierno la recurra al Tribunal Constitucional, tal y como anunció de nuevo ayer que hará. Pese a la exigencia de unidad trasladada anteayer de forma masiva por la sociedad civil a los partidos, estos volvieron a mostrar ayer algunas de sus diferencias sobre el tema.

Aunque nadie se quiso salir del llamado a la unidad de la Diada, cada actor político catalán mostró ayer sus matices. El más madrugador fue el president, Artur Mas, que en una entrevista radiofónica declaró que «votaremos seguro, otra cosa es saber en qué condiciones, porque no depende de nosotros». Mas no descartó celebrar la consulta pese al veto estatal, pero advirtió de que cree que debe tener «garantías democráticas» para poder legitimarla ante la comunidad internacional.

Declaraciones como esta dejan un escenario con más preguntas que certezas. Y chocan con la contundencia del líder de ERC, Oriol Junqueras, que ayer consideró «inimaginable» no sacar las urnas el próximo 9 de noviembre, en una línea parecida a la del diputado de la CUP Quim Arrufat, que reclamó que «nadie se aparte de la hoja de ruta». El electo independentista añadió el recordatorio de que «la celebración del referéndum depende de que la movilización popular no se pare».

La llamada a la desobediencia civil realizada en estos últimos días por CUP y ERC la asumió ayer el líder de ICV-EUiA, Joan Herrera, que confesó, sin embargo, que «el escenario es complicado». Así las cosas, abogó por discutir entre los partidos soberanistas «cuál es el instrumento más adecuado de desobediencia», sin ofrecer más pistas sobre qué tiene en mente.

Desde el PSC, su líder, Miquel Iceta, dudó de que la consulta vaya a celebrarse el 9 de noviembre, aunque reconoció que «sin voto de los catalanes no hay solución». Más retorcido, el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, volvió a expresar su rechazo a la consulta, sin pudor a la hora de señalar que «los constitucionalistas tenemos la oportunidad de vencer al separatismo en las urnas democráticas».

En las antípodas, la campaña `Ara es l'hora' de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural inició ayer una ambiciosa campaña para reclutar a 100.000 voluntarios que garanticen la celebración de la consulta e impulsen la victoria de la independencia.

El PP dice que no puede

La respuesta al otro lado del Ebro no se movió de lo esperado y, por lo general, el matiz se redujo al tono con el que se pronunciaba el «no». «El Gobierno no puede cambiar su posición porque no es derivada de una decisión ni un capricho», afirmó la vicepresidenta española, Soraya Sáez de Santamaría, que no quiso entrar a valorar el impacto de una movilización tan multitudinaria. Algo más explícito fue el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien admitió el éxito de la convocatoria pero no dio margen para las urnas. «La cuestión aquí es que la posición del Gobierno español es que respetamos la manifestación que hubo ayer, que fue muy importante, absolutamente», afirmó, para insistir a continuación en que la Constitución española impide que los catalanes puedan decidir su futuro.

También inamovible en su defensa de una reforma constitucional que no encuentra aliados, Pedro Sánchez (PSOE) consideró «impactantes» las imágenes de Barcelona pero se aventuró a predecir que la mayoría de catalanes no son independentistas. La mayor parte «lo que quieren es convivir, tender puentes y no romper», consideró.

Una de las pocas voces que quebró la unanimidad unionista fue la de Pablo Iglesias, eurodiputado de Podemos, quien defendió que se pregunte a los catalanes. Confesó que él preferiría que Catalunya no se independizase, pero insistió en reclamar que «se escuche». «Los problemas políticos se tienen que arreglar de manera democrática. Qué mejor manera que preguntar a los catalanes».

La posibilidad de que Catalunya siga adelante con la consulta pese a un veto español ya está siendo evaluado por el Estado, reconoce el fiscal general, Eduardo Torres-Dulce. La suya fue una de las voces más amenazantes ya que firmó tener listos «todos los instrumentos del Código Penal».

Calendario inminente

Lunes 15

Inicio del debate de política general en el Parlament, que se prolongará durante tres días. Ese mismo lunes declara en la AN el hijo mayor de Jordi Pujol.

Viernes 19

El mismo día en que se conocerá el resultado de Escocia, el Parlament aprobará la Ley de Consultas en una sesión extraordinaria.

Lunes 22

Entre ese viernes 19 y el lunes 22 se procedería a emitir el decreto de convocatoria de la consulta. El Gobierno español asegura tener todo listo para recurrirla inmediatamente y se prevé que el TC la suspenda también con total urgencia.

La V recoloca a Catalunya en la agenda mientras Bruselas mantiene la cautela

«Nuestra posición no cambia. Seguimos de muy cerca todo lo que pasa en los Estados miembros y no tenemos nuevos comentarios que hacer sobre este asunto». Una portavoz del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, trató de evitar los grandes titulares sobre Catalunya un día después de la inmensa movilización de la Diada.

No obstante, su mutismo evidencia que la demanda soberanista catalana ha irrumpido en la agenda europea y que se toma en serio. De hecho, según recogía la agencia Europa Press, esta portavoz evitó repetir explícitamente la posición de Bruselas respecto a la demanda de una consulta durante la rueda de prensa en la que tomó parte ayer. Negó que exista «ninguna presión» por parte del Gobierno español para eludir las declaraciones sobre este asunto y se limitó a reiterar que «no hay una nueva posición».

Pese a estas medidas declaraciones, nadie puede negar que la gran movilización de Barcelona ha generado gran interés en ámbitos internacionales. Y aparece totalmente ligado al caso escocés, pese a que el primer ministro, Alex Salmond, insista en rechazar los paralelismos por la evidencia de que aquel referéndum es acordado con Londres y la consulta catalana tiene el rechazo frontal de Madrid. Basta observar las portadas de los principales medios internacionales para constatar la atención con la que se siguió la Diada y que se prolongará hasta el próximo 9 de noviembre, cuando está convocada la consulta. Muestra de ello es que la edición internacional de ``The New York Times'' abriese su edición de papel con una fotografía de la concentración.

No fue el único. Grandes cabeceras como ``The Wall Street Journal'', ``Le Monde'', ``Der Spiegel'' o ``El Corriere della Sera'' pusieron el foco sobre Catalunya. Las comparativas con Escocia, la capacidad de movilización del soberanismo, los retos de Mas y su disposición o no a saltarse un eventual veto español, así como los movimientos independentistas en Europa fueron algunos de los prismas con los que se abordó una jornada que sirvió también para ubicar a Catalunya en la discusión internacional.

«Presarik gabe» ibili nahi du Atutxak eta «etsipena» eragitearen beldur da Aburto

Iñigo Urkullu lehendakariak Gobernu espainolak Diadan bildutako jendetza kontuan hartu beharko lukeela nabarmendu badu ere, ez dirudi bere alderdiak hori bera egiteko asmorik duenik. Izan ere, Itxaso Atutxa BBBko buruak eta Juan Mari Aburto Lakuako sailburuak eszeptizismoz hitz egin zuten atzokoan Kataluniako gizarteak azaldutako jarreraren eta irekitako bidearen inguruan.

Atutxak argi utzi zuenez, EAJk «ez du Euskadi amildegian jarriko». Radio Popularri emandako elkarrizketa batean, euskal nazioaren aitortza lortu nahi dutela esan zuen, baina horretarako «ez dago presarik izan beharrik». Izan ere, «kontsentsua» bilatu behar da Atutxaren iritziz.

Bizkaiko agintari jeltzalearen ustez, Euskadiren eta Kataluniaren egoera ezin dira parekatu. «Gu zertxobait aurrerago gaude», esan zuen, Kontzertu Ekonomikoa aipatuz. Hala ere, aldi berean, «inbidia pixka bat» sentitzen duela onartu zuen, «Kataluniako egitasmoak biltzen duen gizarte kohesioa ikusita». Aldiz, Euskal Herrian hori falta dela uste du, «lau sentsibilitate ideologiko handi ditugu-eta». Atutxaren ustez, ezker abertzaleak ez du hori kontuan hartzen.

Juan Mari Aburto Lakuako Enplegu eta Gizarte Politikako sailburuak ere ezkortasuna jarri zuen atzokoan baikortasunaren aurretik. Radio Euskadin adierazi zuenez, berak ere «inbidiaz» hartu zuen Bartzelonako irudia, baina «kezkatuta» dago «gerta daitekeenaren aurrean». Izan ere, osteguneko alaitasun hori guztia «etsipen» bilaka daitekeela uste du.

Ez da hain urrutira joan Iñigo Urkulluren erreakzioa. Diadaren arrakasta nabarmendu ondoren, Madrilek «elkarrizketako atea ireki beharra» duela adierazi zuen atzo, bai Katalunia bai Euskal Herria gogoan. «Agintari bezala dugun ardura irtenbide politikoak eskaintzea da. Elkarrizketa, negoziazioa eta akordioa dira arazo politikoak konpontzeko bidea», erantsi zuen Deustuko Unibertsitateko ikasturte irekiera ekitaldian lehendakariak.

Bartzelonan Diadan presentzia handia izan ondoren, oso bestelakoa da Independentistak sarearen iritzia. «Ziur gaude indar erakusketa hau funtsezkoa bilakatuko dela datozen egunotan egingo diren urratsetarako eta Kataluniako prozesu independentistak aurrera egingo duela», azpimarratu zuen atzo. Katalunia eta Eskozian datorrenaren aurrean «ezin dugu isilik eta beste alde batera begira geratu», erantsi zuen sareak. GARA