La resolución judicial, que ofrece total credibilidad a la versión policial, ha impuesto un año de cárcel a un hombre al que considera responsable de un delito de «atentado» con la atenuante analógica de dilaciones indebidas.
En concreto, se considera probado que una de las dos personas que fueron detenidas aquel día se encontraba en el lugar de los hechos y que «lanzó dos piedras dirigidas al cordón policial» desplegado por la Ertzaintza, «una de las cuales alcanzó a una de las furgonetas» aunque sin afectar a ningún agente.
Los hechos se produjeron el 1 de mayo de 2008 a raíz de un acto organizado por el Frente Español, marca electoral de la Falange.
La Ertzaintza estableció un cordón para proteger al líder falangista Ricardo Sáenz de Ynestrillas y al medio centenar de ultraderechistas que le acompañaban.
Se convocó asimismo una protesta contra la presencia de estos en la capital guipuzcoana, en el transcurso de la cual se produjeron incidentes con la Ertzaintza, que realizó varias cargas y «muchas» identificaciones entre los asistentes, además de dos detenciones –una por «desórdenes públicos» y otras por el lanzamiento de piedras a los agentes–.