El caso, en el que el Nicolas Sarkozy sigue inculpado por corrupción y tráfico de influencias pese a la suspensión de la investigación, se refiere al presunto intento de Sarkozy de obtener de un alto magistrado informaciones sobre otro procedimiento judicial que también le incumbe.
La suspensión, que podría prolongarse varios meses, llega unos días después del anuncio de la vuelta a la política activa del expresidente francés, que es candidato a la presidencia de su partido que se dirimirá el 27 de noviembre.
El Tribunal de Apelación de París examinará y dictaminará sobre los recursos de Sarkozy y de su abogado, Thierry Herzog, para anular las acusaciones que pesan sobre ellos por corrupción activa, tráfico de influencias y encubrimiento de la violación del secreto profesional.
La instrucción suspendida pretendía aclarar si el expresidente y su letrado recurrieron al magistrado del Tribunal Supremo Gilbert Azibert para –prometiéndole un puesto en la Administración de Mónaco– que les diera informaciones sobre las pesquisas sobre Sarkozy en otro sumario.