Se trataría de la primera detención de quienes operaron la desaparición de los ‘normalistas’ (estudiantes de Magisterio) de Ayotzinapa, tal y como ha añadido el fiscal general mexicano, que ha indicado que son «las principales confesiones de responsables de la desaparición» que se han producido hasta la fecha.

Acompañado del director de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón de Lucio, Murillo Karam ha señalado que los otros dos detenidos son ‘halcones’ –que vigilan y avisan al cártel de cualquier problema que pueda surgir–. Hasta el momento se han concretado un total de 56 detenciones, entre las que hay servidores públicos, policías o miembros de Guerreros Unidos.

Asimismo, el procurador ha asegurado que las fuerzas federales continúan en la búsqueda de los 43 estudiantes, movilizándose hacia Cocula para seguir las pistas que podrían haber resultado de las declaraciones de los últimos detenidos. Junto con las fuerzas del orden se desplazan los peritos argentinos, que colaboran en las tareas de búsqueda de los ‘normalistas’.

Por último, ha dicho que por orden presidencial se ha formado «un grupo de expertos, personas respetables, para que tengan acceso al expediente y revisen la investigación de la PGR», según informa el diario mexicano ‘Milenio’.

Auto de prisión

Este lunes, un juez federal ha dictado auto de formal prisión contra el presunto líder de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias Salgado, y su operador cercano, Norman Isai Alarcón, que se enfrentan a un proceso penal por los delitos de «delincuencia organizada» y por portar armas de uso exclusivo del Ejército.

Casarrubias está vinculado con la desaparición en Iguala de 43 ‘normalistas’ de Ayotzinapa, de quienes se desconoce su paradero desde la noche del pasado 26 de setiembre, tras ser atacados con la Policía local que dejó un saldo de seis civiles muertos y decenas de heridos, según añade el citado periódico.

Casarrubias y Norman Isai –uno de sus lugartenientes, que le acompañaba en el momento de la detención– se encuentran presos en el Centro Federal de Readaptación Social Número Uno ‘Altiplano’, en el municipio de Almoloya de Juárez, Estado de México.