Como suele ser habitual, el president de la Generalitat, Artur Mas, aprovechará la rueda de prensa posterior al primer Consell de Govern del año para comparecer ante los medios de comunicación y hacer balance del año 2014. Será al mediodía y aprovechará también para dibujar las líneas maestras del año político que arranca esta semana. No se espera, sin embargo, que aclare gran cosa sobre el adelanto electoral, la gran incógnita en Catalunya desde hace dos meses.

De hecho, en los últimos días se ha enfriado la expectativa de que Mas, el único con la potestad de hacerlo, convoque elecciones antes de las municipales de mayo. Eso sí, tendrá que explicar bien por qué no lo hace, ya que ERC ha aceptado al pie de la letra una de las tres propuestas presentadas por el president como opciones para desencallar el acuerdo. Concretamente, los republicanos aceptan presentarse con sus siglas y sin independientes y que sea Mas quien configure una «Lista de País» con personalidades de la sociedad civil y la academia.

Ante la falta de anuncios concretos, el tono que emplee Mas será analizado con lupa, sobre todo en cuanto a la interlocución con el líder de ERC, Oriol Junqueras, se refiere. En este sentido, se espera que Mas insista en la idea de que han cumplido con el pacto de legislatura firmado en 2012 con los republicanos y que éstos, sin embargo, los han dejado en minoría en el Parlament, dando por roto el pacto.

Esta ruptura se podrá palpar la semana que viene, cuando las comisiones del Parlament debatirán y tumbarán los presupuestos presentados por el Govern. Solo un acuerdo «in extremis» entre Mas y Junqueras salvaría las cuentas y la imagen del ejecutivo catalán. Según informan medios catalanes, el último intento para alcanzar dicho acuerdo se realizará mañana, cuando ambos líderes se volverán a reunir, todavía no se sabe si con la mediación de las entidades soberanistas o no.

Pero el acuerdo parece más lejos que nunca a día de hoy. Más teniendo en cuenta que desde las filas convergentes se prepara el terreno para seguir adelante con la legislatura y se lanzan globos sonda que anuncian elecciones para el otoño, pasadas las municipales y a dos meses de las estatales. Algunos medios aventuran ya de hecho fechas como el domingo 13 de setiembre, dos días después de la Diada de 2015. Se trataría de una postergación electoral no solo rechazada por ERC, sino criticada también duramente por el resto de fuerzas y entidades soberanistas.