Dabid LAZKANOITURBURU

Jordania y el mundo árabe se debaten entre el pavor, la ira y la complicidad

Jordania ha respondido con la Ley del Talión al salvaje castigo-advertencia del Estado Islámico por su participación en la campaña aérea antiyihadista en Siria e Irak. Los regímenes árabes, desde Ryad a Damasco, coinciden en la condena de un acto que ha logrado avivar aún más el pavor ante el EI. Un temor que no oculta que los yihadistas cuentan con cómplices en las sociedades sometidas desde hace decenios a esos regímenes tiránicos. También en Jordania.

Al quemar vivo al piloto militar jordano y al emitir en video ese modo de ejecución atroz y hasta ahora inédito, el Estado Islámico envía un mensaje de horror a los regímenes árabes que colaboran con EEUU en los bombardeos contra el califato instaurado por esta organización (Daesh por sus siglas en árabe) en vastas zonas de Siria e Irak.

Y a fuer que lo consigue. Tras las decapitaciones, las lapidaciones y las crucifixiones que perpetra en las zonas bajo su control, Daesh va aún más lejos y en un nuevo video de factura tan impecable como horrorosa, filma durante 22 minutos al piloto Maez al-Kassasbeh resignado y finalmente convertido entre gritos de dolor en una pira humana, una imagen que remite a las piras humanas de la Inquisición cristiana medieval.

El Estado Islámico advierte a los regímenes árabes aliados de EEUU: «Vuestros hombres terminarán protagonizando vídeos todavía más atroces que horrorizarán a vuestras opiniones públicas», señala Romain Caillet, especialista en yihadismo.

«El EI ha aprovechado la enorme oportunidad para infligir un daño enorme a los países árabes de la coalición», coincide Hassan Hassan, del Instituto Delma de Abu Dhabi.

Y en caso de que se confirme que fue quemado vivo hace un mes (el 3 de enero) como sostiene el régimen jordano, ello evidenciaría que el EI no tendría intención alguna de utilizar a los rehenes para negociar pese a que reclamaron la puesta en libertad de una yihadista encarcelada en Amman para intercambiarla por el piloto y por el segundo rehén japonés. Ambos acabaron ajusticiados, como la yihadista, ahorcada en represalia en la madrugada de ayer.

Ley del Talión

Thomas Pierret, especialista en islam contemporáneo, confirma la escalada mediática. «El EI ha hecho un uso tan frecuente de las decapitaciones que las ha banalizado. Quemar vivo a un prisionero le sirve para fijar nuevamente la atención», añade.

Para este experto, estaríamos ante una interpretación sui generis de la Ley del Talión. «¿Cómo aplicar el ojo por ojo, diente por diente con quien te bombardea desde el cielo? Quemarlo vivo en una jaula es la réplica al fuego del cielo que cae de un F-16», interpreta el profesor de la Universidad de Edimburgo.

En efecto, el macabro vídeo ofrece imágenes de niños en hospitales sirios heridos supuestamente en bombardeos de la coalición «cruzada» e invoca las palabras de Ibn Taymiya, un teólogo del siglo XIII e inspirador del salafismo y del yihadismo contemporáneos e incluso interpretaciones de una sura del Corán para justificar la horrible ejecución del piloto. Sin embargo, estas apelaciones fueron ayer rechazadas por los salafistas jordanos. Estos no han criticado el hecho de que el piloto haya sido ejecutado, sino el modus operandi «incendiario», contrario según ellos a un hadith del propio Mahoma.

En la misma línea, la rama jordana de la organización islamista Hermanos Musulmanes (principal partido de la oposición al régimen jordano) condenó «un acto criminal que viola los derechos de los prisioneros de guerra según el islam».

Determinación de Amman

Tras adelantar su regreso de EEUU y reunirse con la cupula militar, el rey jordano Abdallah II anunció una respuesta severa.

En una primera respuesta, el régimen hachemí ejecutó por ahorcamiento a la iraquí Sajida al-Rishaw, una yihadista alineada con el EI y cuya libertad exigió el grupo. También ejecutó a Ziad Karbouli, dirigente iraquí de Al Qaeda encarcelado igualmente en la prisión de Swaqa.

El analista Hassan Abou Haniyeh asegura que el reino jordano, que participa desde setiembre en los bombardeos contra el EI, podría reforzar su participación al punto de implicarse en una operación terrestre. Operación en todo caso de altísimo riesgo (interno) habida cuenta de que en el video en el que filmó la salvaje ejecución del piloto mostraba las fotos y las direcciones del resto de pilotos jordanos ofreciendo 100 monedas de oro por cada uno de ellos muerto. Lo que evidencia algo que ya era sabido: el EI tiene sus seguidores en Jordania, como en el resto del mundo árabe.

Los analistas prorrégimen insisten pese a ello en interpretar que la última muestra de salvajismo del EI habría unido a la gran mayoría de jordanos en su contra, alineándolos con un régimen despótico y aliado de Israel pese a acoger a una mayoría de población de origen palestino. Toda una paradoja.

Indignación general

Las reacciones fueron unánimes. Destacó la de la Universidad cariota de Al-Azhar, máxima institución mundial suní, que instó a «crucificar» a los yihadistas del EI.

Las satrapías del Golfo e Irán coincidieron en las condenas.

El régimen sirio propuso colaboración a Jordania y le criticó por su apoyo a los rebeldes.

El PYD kurdo prometió que vengará al piloto y le homenajeó como mártir por haber participado en los bombardeos a la liberada Kobani.

Ataque en Niza

Moussa Coulibaly, acusado de agredir con un cuchillo a tres soldados franceses que custodiaban un centro judío en la ciudad de Niza, fue interrogado cuando Turquía le devolvió a finales de enero al Estado francés. Había sido objeto de seguimientos.

Peshmergas

Un millar (999) de peshmergas kurdos han muerto en los combates contra el Estado Islámico (Daesh) desde la ofensiva yihadista en Irak en junio del pasado año. Daesh ha lanzado una ofensiva recientemente contra Erbil, capital kurda.

Bombardeos

La coalición liderada por EEUU reivindicó 11 ataques aéreos contra objetivos de Daesh en los alrededores de Kobane (Kurdistán sirio) y 6 en Irak. El partido kurdo UPK informó de la muerte de 91 yihadistas ayer en los ataques más contundentes en Mosul.

Cientos de ejecutados y fosas comunes en Siria e Irak

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos cifró ayer en medio centenar la cifra de personas ejecutadas por el Estado Islámico solo en lo que va de año, acusadas de insultar a Dios, espiar o combatir para el enemigo, entre ellos el piloto militar jordano.

En noviembre de 2014, la organización opositora había informado de que el EI (Daesh) había matado a más de 1.400 cautivos desde que autoproclamó su califato en Irak y Siria en junio de 2014. La gran mayoría habrían sido decapitados o fusilados, aunque no faltan casos de muerte por crucifixión y, en el caso del piloto Muaz al Kasaesbeh, por el fuego.

El reciente hallazgo de una fosa con cráneos y osamentas de una veintena de personas en los alrededores de la localidad de Snuni, en el norte de Irak, da una idea de las terribles condiciones en las que fueron asesinados.

La ONU ha acusado de limpieza étnica y crimenes contra la humanidad a esta organización yihadista, que siembra el terror en regiones de Siria e Irak con sus secuestros, violaciones, decapitaciones y crucifixiones.

En su contraofensiva, y apoyados por los bombardeos de EEUU y sus aliados, los peshmergas kurdos han arrebatado a Daesh el control de varias zonas, entre ellas de Snuni. Pero la fosa común hallada en esta localidad no es un caso aislado.

«Hemos descubierto tres fosas comunes, dos en el sector de Hardan, y una en Snuni», explica Myasser Haji Saleh, responsable local de la región de Sinjar, en la provincia de Nínive. Las dos primeras no han sido analizadas. En la tercera se han hallado los restos de 25 personas de la minoría yezidí, un grupo kurdo que practica una religión de origen zoroástrico y considerada diabólica por los grupos yihadistas y rigoristas.

Daesh conquistó durante un tiempo los alrededores del monte Sinjar, feudo de los yezidíes. Ejecutó a los varones y secuestró a cientos, cuando no miles de mujeres, vendidas como esposas a los yihadistas o reducidas a la esclavitud sexual.

Los restos de sangre y los cráneos destrozados de los cadáveres evidencian el suplicio de los ajusticiados.

La familia Bazo, madre e hijo, se acercaron ayer a la fosa común para intentar identificar al padre y a otro hijo de la familia, el primero secuestrado y el segundo ejecutado durante la ofensiva de Daesh. Encontraron las llaves de su casa pero el estado de los restos impedía identificar a los suyos. La madre se resignó a hacer el duelo sin conocer la suerte de su marido. GARA

Arabia Saudí

Tres saudíes condenados a muerte por violación y asesinato fueron decapitados ayer en Arabia Saudí, lo que eleva a 21 la cifra de personas ejecutadas desde el comienzo del año según el calendario occidental. Casi una por cada uno de los 35 días de 2015.