NAIZ
LILLE

Strauss-Khan asegura que no sabía que las mujeres que participaban en sus orgías eran prostitutas

El exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, se ha declarado inocente en el juicio del ‘Carlton de Lille’, donde comparece acusado de «proxenetismo agravado», delito por el que podría ser condenado a hasta 10 años de cárcel y 1,5 millones de euros de multa.

La Policía aparta a una activista de Femen que se había avalanzado sobre el coche en el que iba Strauss-Khan. (Denis CHARLET/AFP PHOTO)
La Policía aparta a una activista de Femen que se había avalanzado sobre el coche en el que iba Strauss-Khan. (Denis CHARLET/AFP PHOTO)

«No cometí ni crimen ni delito», ha afirmado Strauss-Kahn, vestido con un traje azul marino en una carta leída por el tribunal. Asimismo, el acusado ha desmentido toda «actividad desenfrenada» en la organización de fiestas con prostitutas.

La llegada de Strauss-Kahn al tribunal de Lille, en el norte del Estado francés, ha estado marcada por la protesta de tres activistas de Femen que, con el torso y la espalda pintadas con consignas contra la prostitución y el proxenetismo, han sorprendido a los policías que custodiaban el tribunal y una de ellas ha logrado subirse al capó del coche de Strauss-Kahn.

Strauss-Kahn, que renunció al FMI y a su carrera política en el Estado francés debido a un escándalo sexual en Nueva York en el año 2011, comparte el banquillo de los acusados con 13 personas. DSK, como se lo conoce, será confrontado en el juicio a exprostitutas que participaban en orgías organizadas por amigos en Lille, París y Washington. La exestrella de la política francesa, durante mucho tiempo principal favorito para las elecciones presidenciales de 2012, tiene tres días para convencer a los jueces de que ignoraba que las mujeres que participaban en las orgías eran prostitutas contratadas para él por sus amigos.

La sombra de Strauss-Kahn planea sobre el juicio, que comenzó el 2 de febrero. Mounia, una exprostituta, parte civil en el juicio, afirmó que había sido contratada especialmente para satisfacer los deseos de un prestigioso cliente.

Se trataba de «ver si podía convenirle a ese cliente», dijo Mounia al relatar la entrevista previa que había tenido con el empresario David Roquet, uno de los organizadores de las veladas. David Roquet, fascinado por Strauss-Kahn, al que ya veía en El Elíseo, buscaba de esa forma ganarse la simpatía del político. Roquet declaró ante el tribunal que en ningún momento DSK supo la profesión de las «chicas cultivadas y elegantes» que se le presentaban.

La acusación ha dejado claro que Strauss-Kahn nunca pagó a ninguna de las prostitutas que participaban en las «veladas libertinas» con sus amigos. Además de Roquet, en ese círculo de amigos estaba el policía Jean-Christophe Lagarde, el empresario Fabrice Paszkowski y la organizadora de eventos sociales Virginie Dufour.

Strauss-Kahn es sospechoso sobre todo de haber sido el «Rey de la fiesta» de esas orgías en Lille, París y Washington, ciudad sede del FMI, adonde sus amigos organizaron tres viajes de placer cuando todavía dirigía el FMI.

Strauss-Kahn ha declarado desde el inicio de la investigación que ignoraba la condición de prostitutas de las mujeres y que, para él, se trataba de veladas libertinas entre adultos que mantenían relaciones sexuales consentidas.

En cambio, algunas de esas mujeres han calificado las orgías de «carnicería». Los abogados de DSK denuncian una interpretación abusiva del derecho y una motivación «política, ideológica, moral» detrás de la inculpación.

La Fiscalía de Lille se pronunció a favor de abandonar la acusación contra DSK, considerando que era «beneficiario» de la prostitución, pero no «instigador». Sin embargo, los jueces de instrucción decidieron enviarlo a juicio.