El presidente de EEUU, Barack Obama, aseguró ayer que es «absolutamente vital que se sepa la verdad» sobre la muerte del joven afroamericano Freddie Gray, de 25 años, en Baltimore y que se «haga justicia», después del anuncio de que la Fiscalía estatal de Maryland presentará cargos por homicidio contra seis policías implicados en su fallecimiento.

En una rueda de prensa, la fiscal estatal, Marilyn Mosby, afirmó que Gray fue arrestado «ilegalmente», que no cometió «ningún delito» cuando fue detenido en uno de los barrios más pobres de Baltimore y que formulará cargos contra seis agentes por homicidio.

La Fiscalía, que el jueves recibió el informe de la investigación policial, ya ha emitido las órdenes de arresto de los implicados. Uno de los policías ha sido acusado de «asesinato en segundo grado», otros dos se enfrentan a cargos de «homicidio involuntario», y el resto deberá responder por «asalto» e «incumplimiento del deber».

Gray murió el 19 de abril tras una semana en coma a causa de las lesiones en su columna vertebral sufridas durante su traslado a comisaría. Su muerte desencadenó una ola de protestas en Baltimore, algunas de las cuales desembocaron en violentos disturbios, la movilización de la Guardia Nacional, la imposición de un toque de queda nocturno y cientos de detenidos. En todo EEUU ha habido protestas en apoyo a las manifestaciones de Baltimore.

La investigación concluyó que Gray fue esposado a la espalda, colocado en el furgón sin cinturón de seguridad, que se desplomó y que se le denegó auxilio, pese a que la víctima requirió atención médica. La Policía admite que los agentes cometieron dos negligencias al no abrocharle el cinturón y no proporcionarle ayuda cuando la pidió.

Según la cadena ABC, un médico forense que analizó a Gray aseguró que la grave lesión que sufrió fue causada cuando se estrelló contra la parte trasera de la furgoneta y se rompió el cuello, lo que le dejó en coma y acabó con su vida.

El diario “Baltimore Sun” informó de que Gray sufrió una herida grave en la cabeza durante su traslado. Al llegar a la comisaría ya estaba inconsciente y fue hospitalizado.

La tensión sigue alta en Baltimore, mientras los manifestantes claman justicia y un cambio en un sistema que, denuncian, ampara la brutalidad policial contra los afroamericanos de los barrios pobres.

Washington quiere que los agentes lleven cámaras

El Departamento de Justicia de EEUU va a lanzar un programa piloto estimado en 20 millones de dólares para que los policías lleven cámaras en su cuerpo en una reacción a las protestas contra los abusos contra las minorías y la impunidad policial.

El programa supone una inusual iniciativa para impedir que se repitan protestas como las de Ferguson o Baltimore, donde hombres de raza negra han muerto en incidentes policiales. Con este dinero, se concederán hasta 50 ayudas para que las comisarías compren cámaras corporales y enseñen a sus agentes a utilizarlas. Un tercio de los fondos irá a parar a agencias locales. Y un millón será destinado a desarrollar un estudio sobre el impacto de estas cámaras.

Para la fiscal general, Loretta Lynch, esta iniciativa supondrá «una parte vital de los esfuerzos del Departamento de Justicia para equipar a las agencias de la ley con las herramientas necesarias para abordar los desafíos del siglo XXI», según declaró a la CNN.GARA