El Valladolid ha comenzado el partido titubeante, con un Álvaro Rubio cometiendo errores de principiante en los pases y el resto del equipo poco concentrado, aunque Osasuna tampoco ha mostrado mordiente ofensiva ni ha creado ocasiones de peligro, con lo que el marcador ha permanecido inalterable.

Poco a poco, el conjunto local ha ido haciéndose con el control del balón y dominando el centro del campo, lo que ha permitido alguna que otra jugada con intención de cara a la meta de Asier Riesgo, protagonizada por Hernán, primero, y por Mojica después, si bien no han conseguido materializar los lanzamientos.

La ocasión más clara la ha dispuesto Roger en el minuto 27, que ha lanzado a bocajarro desde el centro del área chica tras una jugada iniciada por Rubio que continuó Óscar, pero se ha topado con el guardameta rojillo, bien colocado bajo los palos.

Los vallisoletanos no acababan de encontrarse cómodos en el terreno de juego, lo que se ha traducido en falta de confianza en el aspecto ofensivo, principalmente, y eso ha dado alas al equipo iruindarra para buscar el área local, de manos de Hervías, con un disparo muy flojo, y de Torres, poco atinado también en el remate.

Para poco más dio la primera mitad, con una última jugada de cierto peligro protagonizada por Hernán Pérez, que ha conseguido internarse en el área pero, al pasar, no ha encontrado rematador, con lo que el resultado ha llegado al descanso con el 0-0 inicial.

El técnico del Valladolid, Joan Francesc Ferrer, ha realizado el primer cambio para buscar más agresividad en ataque a través de Óscar Díaz, que ha sustituido a Chus Herrero, ya que el equipo no lograba llegar con contundencia al área visitante, y posteriormente con Jonathan Pereira, que ha relevado a Óscar.

Eso se ha traducido en una mayor intensidad de los locales que, en una de las internadas en el área de Osasuna, con Óscar Díaz entrando a trompicones, ha golpeado en Miguel Flaño para subir el primer gol al electrónico en el minuto 72.

Pero la alegría les ha durado poco, ya que el propio Miguel Flaño, cuatro minutos después, remataba de cabeza tras una falta cometida por Mojica, para restablecer el equilibrio en el marcador (1-1) y contrarrestar así el error cometido en la jugada del gol local.

Ese tanto ha sido un jarro de agua fría para un Valladolid ya de por sí poco aguerrido, que no ha sabido desplegar un eficaz juego ofensivo ni ha demostrado la garra necesaria para inquietar a un rival al borde del descenso y que apenas ha llegado a la portería de Javi Varas.

Ha podido ser peor para los intereses de los de Rubi, ya que Nino ha dispuesto de una última oportunidad y, de hecho, ha reclamado gol al colegiado, aunque este ha interpretado que el balón ha golpeado en el travesaño pero no ha llegado a entrar en la meta local, con lo que el partido ha finalizado en tablas.