La más cara es la catalana Tarragona, seguida de Donostia, Girona e Iruñea. Las más bajas son las de Santa Cruz de Tenerife, Arrecife (Lanzarote) y Las Palmas de Gran Canaria. En la península, los taxis más baratos son los de Cádiz. Bilbo aparece en el puesto 29 de las ciudades más caras, mientras que Gasteiz no ha entrado en el estudio.

Las mayores diferencias por trayecto se encuentran en los desplazamientos diurnos más cortos, bajada de bandera más un kilómetro o carrera mínima. En ese recorrido los precios varían desde los 5,33 euros que se cobra en Donostia  a los 2,30 euros que cuesta Arrecife, menos de la mitad.

Facua critica que en diez de las cuarenta y cinco ciudades analizadas se apliquen tarifas especiales durante determinados horarios en los fines de semana, incrementando el precio con respecto a la tarifa nocturna o con una tarifa específica como en el caso de las tres ciudades vascas analizadas. Esta asociación considera que no hay justificación para encarecer este servicio en los fines de semana más allá de aplicar la misma tarifa que en las noches de los días laborables.

En este sentido, advierte de que los ayuntamientos deben garantizar que haya un número de vehículos suficiente para aumentar la oferta en esos días desde la perspectiva de que se trata de un servicio público y no concediendo incrementos tarifarios al sector.

Facua también se muestra contraria a que los usuarios paguen suplementos por los recorridos con destinos en puntos como aeropuertos o estaciones de trenes y autobuses, ya que no existe una mayor calidad del servicio que lo justifique, y rechaza la aplicación de tarifas fijas en los viajes con origen o destino en esos lugares, ya que resultan perjudiciales para buena parte de los usuarios.