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Clima de tensión frente al manejo del tiempo de las redes yihadistas

Frente a la movilización sin precedentes de las fuerzas de seguridad en el Estado francés y en Bélgica, los analistas creen que los yihadistas esperarán, puede que meses, para volver a la acción, a menos que actúe un «lobo solitario».

Frente a la movilización sin precedentes de las fuerzas de seguridad en el Estado francés y en Bélgica, los analistas creen que los yihadistas esperarán, puede que meses, para volver a la acción, a menos que actúe un «lobo solitario». El exjuez «antiterrorista» francés Marc Trevidic opina que «lo más probable es que no hagan nada durante cinco, seis meses, para ver la reacción de Francia, ver qué pasa. Es la técnica de Bin Laden: esperan que la presión caiga sobre los musulmanes para que se radicalicen más facilmente. Ha sido descrita como al estrategia por Al Qaeda hace tiempo».

Sobre la movilización excepcional de Policía, tribunales y el Ejército para desmantelar estructuras conocidas y proteger lugares sensibles, el magistrado admitió que «no se puede vivir así permanentemente».

«Los terroristas no son tontos, esperarán a que esto se calme. No golpean necesariamente en el momento en el que más se les espera. Son bastante sorprendentes. No estoy seguro de que se pudiera producir durante la cumbre COP21», añadió.

Gracias a los poderes que le otorga el Estado de Emergencia, prolongado hasta finales de febrero en el Estado francés, las fuerzas de seguridad han multiplicado los registros centrados en sospechosos o redes vigiladas hace tiempo, contra los que no tenían suficientes cargos para comenzar un proceso judicial. Desde la entrada en vigor de la legislación de excepción, hace diez días, se han llevado a cabo más de 1.200 registros, de ellos 300 en la región parisina, que han llevado a 165 detenciones y 142 órdenes de arresto.

Un antiguo analista de la DGSE, bajo anonimato, afirma que «se ha echado el resto, es una gran patada en el hormiguero, la primera en nuestra historia». «No creo que los terroristas tengan capacidad de organizar cualquier cosa en el futuro próximo. Lo más probable es que se sumerjan en la clandestinidad más profunda, se escondan y esperen. Demasiados policías y militares en las calles. Los que todavía están libres están ocupados en no dejarse atrapar», indicó. A su juicio, el problema es que hasta ahora las redes yihadistas han sido maestras en el manejo de los tiempos, forzando a los gobiernos occidentales a reaccionar, a menudo con retraso.

Trévidic insiste en que «no se sabe cuándo va a llegar, juegan con nuestros nervios».

Alarma en Roubaix

De hecho, ayer una toma de rehenes en la ciudad francesa de Roubaix, fronteriza con Bélgica, después de que un grupo de delincuentes se hicieran fuertes en una casa tras un tiroteo con las fuerzas de seguridad disparó las alarmas por la posible vinculación con el yihadismo.

«Desgraciadamente, estos últimos años, eligen siempre el momento, el lugar. Lo que es interesante , con lo que pasa ahora, es que hemos elegido el momento y el lugar, sobre todo por la guerra sobre el terreno, en Siria e Irak», señaló. Pero si las redes yihadistas tienen menos posibilidades de organizar un complot de envergadura, las últimas acciones sí pueden motivar a un lobo solitario, «que pase a la acción solo, con su kalashnikov», opina el analista. «No es lo más plausible, diría que hay entre un 15 % y un 20 % de posibilidades, y que el 80 % esperan que nos cansemos antes de montar otra acción. Pero si alguno logra organizar alguna cosa en las dos próximas semanas, la situación sería verdaderamente mala», advirtió

 

Críticas al mantenimiento del estado de excepción en Bélgica

Bruselas intentaba ayer dar una imagen de normalidad con la apertura de la mayoría de las líneas de ferrocarril y autobús o la de una de las principales atracciones turísticas, el Atomium. «Si cerramos la cultura, si prohibimos la práctica del comercio, bajo qué régimen viviremos», se preguntaba el alcalde, Yvan Mayeur. «Ahora debemos tomar medidas que permitan volver a la normalidad, continuando a la vez la persecución de esas personas», dijo manifestando malestar por los medios desplegados en la capital belga. Para la apertura hoy de centros escolares y el metro se espera el despliegue de cientos de policías y militares más, y aún se mantendrá el nivel 4 de alerta hasta el lunes. La alarma ha avivado las disputas políticas. Los nacionalistas flamencos del N-VA acusaron al gobierno socialista de una «extrema tolerancia», que ha creado «un caldo de cultivo para la intolerancia hacia la sociedad occidental» y los ecologistas reclamaron explicaciones sobre el «control democrático» de las medidas excepcionales.

Mientras, las autoridades belgas acusaron a un quinto hombre por supuesta participación en los atentados de París y dictaron una orden de detención contra Mohamed Abrini, al que sitúan en compañía del huido Salah Abdeslam dos días antes de los atentados. En el Estado francés, la Fiscalía aseguró que el supuesto organizador de los ataques, Abdelhamid Abaud, preveía otra acción kamikaze en el barrio financiero de La Défense.GARA