Pablo CABEZA
BILBO

Vinilos para Mikel Laboa, Kuraia, Kortatu, M-ak y La Polla Records

El mayor catálogo discográfico de Euskal Herria lo gestiona Elkar, por lo que las reediciones en vinilo suelen partir de sus diferentes fondos. Retomado el reciente interés por el vinilo, cada uno o dos años la empresa de Donostia reedita un variado bloque. Para este final de año llegan obras de Kortatu, Mikel Laboa, M-ak, Kuraia y La Polla Records.

Nueva tanda de reediciones en vinilo a cargo de Elkar, en este caso correspondientes a Kortatu, dos referencias, Mikel Laboa, M-ak, Kuraia y La Polla Records, todas ellas con vinilo de 180 gramos y empaquetamiento (portadas) más duro incluso que los originales, respetando encartes y corrigiendo detalles.

A las reediciones anteriores de “Kortatu”, 1985, y “El estado de las cosas”, del 86, se unen ahora, a treinta años del inicio discográfico del grupo, “Kolpez kolpe”, publicado el 27 de junio del 88, se une “Azken guda dantza”, el doble elepé del concierto de despedida de la banda publicado el 18 de octubre del 88. “Kolpez kolpe” lo publicaba originalmente Oihuka en vinilo, para ser editado en cedé con el inicio del asentamiento del compacto, 1992. Pero el periplo del disco no concluye con esas ediciones, ya que en el mismo 88 le daba salida también el sello francés Bondage Records. Asimismo en 1998 pasaba a ser parte del catálogo de Esan Ozenki, para terminar bajo el paraguas de Elkar tras la desaparición activa (añadido de nuevas referencias) del mítico sello, que continúa, de otra parte, con su propia gestión.

El álbum se graba en los estudios IZ bajo los mandos de Kaki Arkarazo, donde se reunieron un buen número de colaboradores: Ainoa e Idoia Fraile a la trikitixa y pandero, Jul, guitarra de R.I.P., que colabora en el corte “Makurtu gabe”, un joven Jabier Muguruza al acordeón, Mikel Laboa en “Ehun ginen”, Mikel Insausti voz en “Denbora menpe”, nuestro especialista en cine lideraba por aquella época The Covers, y los vientos de Mikel Valkarlos, Javi y Josetxo Silguero y Antonio Díez. El álbum contenía hits continuos: “After boltxebique”, “Etxerat”, “Gernika 37-87!, Denboraren menpe”, “Oker nago”, “Ehun ginen”…

“Azken guda dantza” fue el doble elepé y cedé grabado el 1 de octubre en un abarrotado Anaitasuna de Iruñea. Un día tan emocionante como triste por la inesperada ruptura del grupo. Se quiebra una historia con mucho recorrido, pero el apellido Muguruza está ligado a la dinámica, como demostraría el futuro con las diferentes propuestas de los hermanos.

El doble vinilo lo edita el sello iruindarra Nola! el 18 de octubre de 1989 y en cedé el 14 de enero del 89, el vinilo aún se lo ponía difícil al cedé al final de la década de los ochenta. Posteriormente Esan Ozenki adquiere los derechos del disco y lo publica en cedé y doble vinilo el 21 de diciembre de 1992. La versión en vinilo de esta reedición es realmente compleja de conseguir, una gran obra para coleccionistas. La publicación actual en vinilo respeta el original, como el anterior disco, incluidos encartes. En esta despedida de 26 cortes intervienen, entre otros, Anjel Valdes, Jabier Muguruza, Xabier Montoia, Mikel Insasuti, Jose Javier Gómez de Segura, Jose Mari Dorronsoro, Juan Antonio Díez y Josetxo Silguero. El doble vinilo pasa por representar uno de los momentos más vitales de la reciente historia del rock vasco.

Nueva oleada

Kuraia surge a finales de la década de los ochenta y debuta con el inicio del nuevo siglo. Representa una nueva oleada de bandas frescas con nuevas texturas y ganas de ampliar el espectro sonoro de la escena vasca. Joseba Ponce, Fernando “Sapo”, Galde Izagirre y Mikel Kazalis apuestan por un rock abierto, duro y crispado. “Kuraia” se publica en Metak el 23 de octubre de 2001, pero suena tan vigente como hace catorce años. Ponce: «Aquello fue como un juego, algo que surgió casi sin querer. Habíamos dado los últimos coletazos con Dut y tras ese parón, yo seguía haciendo mis cosas. De repente me encontré con un buen puñado de temas de corte clásico y aprovechando mi amistad con Fernando [El Corazón del Sapo] le comenté a ver si los quería cantar, él quiso hacerlo en euskara y con un par de huevos así lo hizo. Una vez que teníamos la maqueta decidimos grabarlo. A la hora de completar la banda, en esa época Galder y yo coincidíamos mucho con Mikel “Anestesia”, que tenía ganas de tocar el bajo y de hecho alguna vez ya habíamos quedado en su local para hacer jam sessions. En ese aspecto estaba cantado... Le dimos cuatro vueltas a la maqueta aquella y al horno. Todo surgió de una manera natural. Nuestra idea inicial era dar unos pocos conciertos, pero habíamos creado un monstruo, y había que darle de comer».

El disco se publica en cedé, y ahora se completa con la fabricación a 33 rpm: «Soy hijo del vinilo. Mis primeros grandes disfrutes fueron gracias al viejo tocadiscos que teníamos en casa, que, por cierto, al levantarle la tapa desprendía el mejor aroma del mundo, otra cosa es que en los noventa nos vendieron que el cedé era dios y el elepé la bazofia a erradicar. Y ahora parece que es lo contrario. Lo que está claro es que ponerte un vinilo es como un ritual, hay mucho más mimo y creo que hay una conexión más directa, más íntima entre el “producto” y el oyente», explica Joseba Ponce, quien matiza la aureola que les rodeaba: «Lo más divertido fue que era divertido, y lo más complejo fueron también los complejos que habían alrededor de nosotros por el tema de que: ese tocaba en Dut, ese en los Sapos y ese en Anestesia, y ahora que andan haciendo esto…».

Grande y clásico

“Lau-bost” es uno de los discos fundamentales de la historia de la música popular. Mikel Laboa se encuentra pleno como artista, por lo que garba un doble álbum espectacular, con los célebres, a pesar de su vanguardia, trece minutos de “Komunikazio-inkomunikazio” (Lekeitio 5, gestado en principio para ser representado con toda su gestualidad en directo) o el mismo cierre de su cuarta cara, “Martxa baten lehen notak”. También se incluyen los Lekeitios (con base experimental) 3 y 6.

A lo largo de la historia, el disco que cumple ahora 35 años se ha reeditado en seis ocasiones con esta, siendo la primera edición en 1980 mediante el sello Xoxoa, que realizó en la época un trabajo impagable. Anjel Valdes, de Elkar: «Con el nacimiento de M-ak pude conocer a muchos músicos: Ruper, Itoiz, Txomin Artola... y Laboa. Todos ellos venían de Xoxoa, la discográfica de Jaime Yarritu, donde se creó el germen de las actuales discográficas. Viviendo en Bilbao había estado en varios conciertos suyos, en el Puerto Viejo de Algorta, entre otros. Era muy especial. Sus discos resultaban tan llamativos como sus actuaciones. “Lau-bost” fue un descubrimiento. Su voz tan especial y su repertorio que en un principio parecía ácrata. No obstante, poco a poco ibas descubriendo joyas de nuestro folclore popular como “Oxobi”, “Xalbador”, “Mendiague”, y la presencia de poetas contemporáneos como Xabier Lete y Josean Arze, así como Bertol Brecht, como contrapunto. Todo daba al trabajo un equilibrio poético especial, muy significativo y simbólico. Mikel Laboa, como muchos de nosotros, quería cambiar el mundo. Cuando, años más tarde le conocí, me di cuenta de que él era como sus canciones, sentimental y transgresor, entrañable y sorprendente. Miraba mucho al pasado, pero tenía siempre un ojo en el futuro. Le tuve siempre mucho cariño, incluso desde mucho antes de conocerle».

Las nuevas ediciones en vinilo se completan con el disco “Barkatu ama”, de M-ak, y “No somos nada” de La Polla Records.

Valdes, percusionista respecto a M-ak: «Yo no era muy consciente de lo que hacíamos. Intentaba resolver bien mis ecuaciones musicales con mis tambores. Estudié mucho la percusión y creo que solo escuchaba salsa. La Fania y otros. Pero con M-ak, y con Kaki especialmente, me introduje mucho en la música negra, el funky, el soul... me llegaron a apasionar. Montoia era más británico, y así pudimos recoger mucha información del pop inglés de los 80, así como de la música negra americana anterior. M-ak fue una gran escuela de historia de la música. Íbamos a muchos conciertos juntos y compartíamos muchos discos. Kaki trabajó en la radio y en la tele haciendo programas musicales. Aquello me abrió mucho la mente a muchos tipos de música».

A las reediciones de sus dos primeros trabajos “Salve” y “Revolución”, que vuelven a estar disponibles, se añade el tercer álbum de La Polla Records, “No somos nada”. La primera edición en vinilo data del 14 de mayo del 87, editado por su propio sello, Txata. El álbum se publica en cedé por Oihuka en 1994, se reedita en el 98 y se recupera de nuevo en vinilo en estos días. “No somos nada”, “Socios a la fuerza”, “Todo por la patria”, “La justicia”, “Odio a los partidos”, “Hipócritas”... son parte del arsenal del álbum. Colaboran Xosé Avilés (Dixebra), gaita asturiana en “No somos nada”, Carlos “Mahoma” (voz de R.I.P.), coros en “Las Marras” y Natxo Etxebarrieta (voz de Cicatriz), coros en “Las Marras”.