El sistema de medición de la embajada de EEUU en Pekín arrojaba una concentración de partículas PM 2,5 (las más perjudiciales para la salud) de 311 microgramos por metro cúbico a las 12.15 hora local, siete horas menos en Euskal Herria.

Esta cantidad supone un nivel muy perjudicial para la salud humana, ya que el máximo recomendado es de 25 microgramos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las autoridades decidieron activar la alerta roja –la más grave, seguida de naranja, amarillo y azul– en todo el país por primera vez. Esta medida supone diferentes restricciones en las ciudades: por ejemplo, los automóviles privados sólo circulan en días alternos y se prohíbe salir a la carretera a camiones pesados, a la vez que se extienden los horarios y servicios del transporte público. Además, se suspenden las obras y las fábricas contaminantes han reducido o parado su producción.

La agencia Xinhua ha informado de que la policía ha detenido a usuarios privados de automóviles, transportistas de la construcción y empresas contaminantes que violaban las medidas impuestas con esta alerta.

También se mantiene la recomendación de suspensión de clases en escuelas primarias y secundarias, así como la petición a empresas e instituciones oficiales para que permitan horarios flexibles para sus trabajadores.

Esta situación de contaminación, que ya se produjo hace una semanas con cifras aún peores, ha generado un fuerte aumento en la venta de artículos como mascarillas protectoras o purificadores de aire de uso doméstico.

Según datos de Alibaba –la principal compañías de comercio por internet del país–, las búsquedas de mascarillas subieron un 148,4 % en el último mes y las de purificadores un 56,5 %.

Otro tipo de productos también han subido en ventas, asociados al largo tiempo que los pequineses tienen que permanecer dentro de sus casas. Según el portal de compra virtual Taobao, se han disparado las ventas de ropa deportiva y de preservativos.