La presidencia de la COP21 informó de que una reunión plenaria para presentar un nuevo borrador, elaborado a partir de las demandas de todas las partes, quedaba aplazada a las 21:00 horas. El presidente Hollande ya había admitido que aún existen dificultades «sobre la financiación» y en torno a de dónde debe proceder.

Las finanzas es uno de los puntos de bloqueo de este acuerdo, que sería el primero de alcance realmente mundial, con 195 países a bordo.

El segundo atañe al grado de responsabilidad de los países industrializados y los que están en desarrollo en el calentamiento del planeta.

El tercero, la ambición a largo plazo, es decir, definir cómo se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y cómo se transita hacia una economía que no dependa de las energías fósiles.

Las posiciones se endurecen, pero también aparecen nuevas alianzas, como la que unió a la UE, a EEUU, a poco menos de un centenar de países muy vulnerables e incluso a países productores de hidrocarburos como México.

Los países más afectados por el calentamiento del planeta, como las islas amenazadas por la subida del nivel de los océanos, no están dispuestos a dejar escapar la oportunidad de un acuerdo que para ellos es de vida o muerte. El tema que cristaliza esa obsesión es el que prácticamente encabeza el acuerdo de París: limitar el aumento de la temperatura del planeta, sin que se haya definido aún si el tope será 1,5°C, como reclaman los países más vulnerables, o de 2°C, como insisten sobre todo India y Arabia Saudí.

Según el ministro ecuatoriano de Medio Ambiente, Daniel Ortega, «la balanza se está inclinando por 1,5°C». Pero aunque se opte por la meta más ambiciosa, quedará por delante el reto de implementarla. «Creo que esa es la parte más dura que nos queda» por negociar, o sea, definir cómo se implementa el acuerdo «desde el punto de la mitigación y de la ampliación del financiamiento», explicó Ortega.

Las divisiones vuelven a aparecer entre ricos y pobres. El meollo de las discusiones son las «responsabilidades comunes pero diferenciadas» que todos los países aceptaron en la Cumbre de la Tierra de Rio en 1992 y que ahora opone a los países emergentes y a los industrializados sobre quién debe asumir los costos. «Necesitamos nuestro espacio político para erradicar la pobreza. No podemos aceptar subterfugios en nombre de un mundo que está cambiando, cuando la estructura básica sigue siendo la misma», dijo el representante malasio, Gurdial Singh Nijar.

«Estamos hablando de un sistema diferenciado, no bifurcado», es decir, uno en el que unos solo tengan responsabilidades y los otros solo derechos, argumentó el estadounidense Todd Stern.

«Fracking»-aren aurka, 1.250 erakunde bat eginda

Parisen egiten ari den klimaren goi-bilerak erregai fosilak baztertu eta energia iturri garbiak hobetsi beharko lituzke, begirale askok diotenez. Baina gaur egungo munduan erregai fosilak lortzeko teknika berriak –haustura hidraulikoa, hots, frackinga, kasu– ikaragarri hedatu dira eta fenomeno horrek kolokan ipintzen ditu klima aldaketari aurre egiteko hartzen diren neurriak. Hori dela eta, 60 herrialdetatik etorritako 1.250 gobernuz kanpoko erakunde elkartu dira Estatu frantseseko hiriburuan, fracking-ari ezetz esateko eta, batez ere, nazioarteko protestaldi bat koordinatzeko. Ekologistak Martxan erakundeak adierazi duenez, Parisen egin dena haustura hidraulikoaren aurkako nazioarteko topaketarik handiena izan da.

Munduan barrena haustura hidraulikoaren aurka sortu diren erresistentzia esperientziak trukatu dituzte Parisen. Fracking-aren aurka zutitu diren giza mugimenduen ezaugarriak azaldu dituzte. Baita erabiltzen dituzten estrategiak ere. Agintariei zuzendutako eskutitz baten berri ere eman dute: eskatzen diete Pariseko bileran fracking-a erabat debekatzeko eta erregai fosilak lurraren azpian bake-bakean uzteko. Beren hitzetan, ezinbesteko neurria da planetaren tenperaturak bi gradutik gorako beroketa izan ez dezan.GARA