Amalur ARTOLA

Alternativas al capitalismo: el buen vivir y el feminismo comunitario

El capitalismo no se puede entender al margen del patriarcado, y viceversa. Por ello, es imposible entender el feminismo dentro de las estructuras económicas actuales y es necesario otro marco que ponga en el centro a la persona, y no al capital. De esta relación entre economía y género hablaron en Feministaldia.

Organizada por Plazandreok, plataforma política de mujeres de Donostia, Feministaldia celebra este año una década de vida. Diez años en los que han acercado a la ciudadanía los feminismos desde sus diferentes vertientes y, en la edición actual, que comenzó el miércoles y concluye mañana, han puesto y pondrán sobre la mesa temas tan dispares como la diversidad funcional, la cárcel, las estrategias performáticas o, como fue el caso de la jornada inaugural, la economía. Contaron para este análisis con dos invitadas de lujo: Lorena Cabnal y Magdalena León. Ambas, desde sus propias perspectivas y vivencias, analizaron la relación existente entre capitalismo y género ante una sala que, aunque impuntual, se fue llenando y estuvo repleta durante ambas ponencias, lo que pone de manifiesto el interés por el festival de la cultura feminista de Donostia.

Fue León la primera en tomar la palabra. La economista feminista de Ecuador tiene un amplio curriculum que pasa entre otros por la REMTE (Red Latinoamericana Mujeres Transformando la Economía) y la Asamblea Nacional, y centró su ponencia en el Buen Vivir, término que aboga por poner en el centro de la economía a la persona, y no al capital. Opinó que en la década de los 80-90 el feminismo hacía una lectura desde los “impactos”: «Impactos de la economía sobre las mujeres, impactos del medioambiente... Todo es visto como una agenda social que tenía que corresponder a una agenda de políticas sociales que atenuaran esos impactos», explicó, y añadió que la entrada del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas, tratado económico impulsado por EEUU y «del que este año festejamos su derrota»), «nos obligó a repasar la economía» e intercambiar agendas con otros agentes sociales y sindicales. «Para las mujeres fue fundamental la defensa de lo público; la salud, la educación, los servicios sociales», aseguró León, y añadió que posteriormente dieron un giro y plantearon «dejar de mirar dentro del capitalismo, porque la alternativa es otra economía». Así nació lo que se ha dado a conocer como el Buen Vivir, que pone al ser humano en el centro de la economía: «Se trata de colocar la vida como principio y fin de los procesos económicos. Hablamos de la vida como un sistema integral y el desafio es reorganizar la economía para que nos fijemos no en el capital, sino en la vida».

Propuesta comunitaria

Lorena Cabnal es feminista comunitaria, indígena maya-xinka de Guatemala y conocida en Euskal Herria por su participación en la Marcha Mundial de las Mujeres. Cabnal interpreta el mundo como una «gran tela de araña donde están todos los elementos», desde el agua a los idiomas, y cree que ese equilibrio se ve violentado por los patriarcados: el patriarcado ancestral originario y el occidental, que llegó a su comunidad con la colonización. «Al formarse el entronque patriarcal nacieron también el racismo, pues los hombres indígenas se ven influidos por los blancos, y el capitalismo», opinó, y aseguró que para ella el patriarcado es el origen de todas las opresiones.

Ante la realidad que sufren actualmente en Guatemala, plantea el feminismo comunitario, que se basa en la defensa de la tierra y, sobre todo, del cuerpo: «Sobre nuestros cuerpos han sido realizadas todas las opresiones. Los cuerpos ejercen la fuerza de trabajo, mucho de lo que comemos es capitalismo, soñamos con el capitalismo; está en nuestros cuerpos. Son construcciones complejas que nos han impuesto pero, si se han impuesto en nuestro cuerpo, está ahí la clave para emanciparse», aseguró.