El relator especial de Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, Makarim Wibisono, ha renunciado a su cargo por la incapacidad de llevar a cabo su trabajo dado el rechazo israelí a dejarle entrar a la región.

«Desgraciadamente, todos mis intentos por ayudar a mejorar la vía de las víctimas palestinas bajo la ocupación israelí han sido frustrados a cada paso que daba», se ha lamentado Wibisono en un comunicado difundido por la ONU. En cambio, Wibisono ha destacado que durante su tiempo en el cargo, el Gobierno palestino «ha cooperado totalmente».

Wibisono ha recordado que cuando asumió su cargo, en junio de 2014, se le aseguró que tendría acceso a los territorios palestinos con la promesa de que sería un «observador imparcial y objetivo». Sin embargo, pese a las peticiones reiteradas tanto orales como escritas no ha podido entrar en los territorios palestinos. «La última petición, emitida en octubre de 2015, no tuvo respuesta», ha destacado.

«Con profundo pesar acepto que no puedo cumplir la tarea que se me encomendó: tener acceso directo a las víctimas de los territorios palestinos ocupados», ha lamentado. Así, ha subrayado la ausencia de una protección eficaz de las víctimas palestinas de las «continuas violaciones de los derechos humanos y violaciones del Derecho Internacional Humanitario».

«Deseo con renuencia entregar el bastón a un sucesor elegido por el Consejo de Derechos Humanos. Espero sinceramente que quien me siga consiga resolver esta situación y garantice al pueblo palestino que tras medio siglo de ocupación, el mundo no se ha olvidado de su sufrimiento y que los derechos humanos universales son de verdad universales», ha apostillado.

La dimisión de Wibisono será efectiva el 31 de marzo de 2016, cuando está previsto que presente su último informe sobre la situación de los derechos humanos en los territorios ocupados.

Mandato «claramente tendencioso» para Israel

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel, Emanuel Najshon, ha afirmado que «la decisión israelí ha sido consecuencia del mandato distorsionado y claramente tendencioso dado al relator», que «ha hecho imposible para él ser equilibrado y consecuentemente seguir adelante con sus obligaciones».

Israel tacha de «claramente desequilibrada» la misión de este tipo de cargos de la ONU, conducta que equipara a la del Consejo de Derechos Humanos, así como el contenido de sus resoluciones.

«Los palestinos y sus defensores en el Consejo disfrutan de mayoría automática, lo que lleva a actuaciones parciales y discriminatorias del Consejo y de sus mecanismos», ha criticado.