Aritz Aduriz ha abierto el marcador nada más iniciarse la segunda mitad, con un perfecto cabezazo a contrapié para David Soria, a un centro no menos primoroso de Iker Muniain desde la derecha. Sin embargo, el Sevilla ha empatado poco después con un tanto de Timotheé Kolodziejczak, tras un error en una cesión de Muniain que ha aprovechado Ever Banega para dejarle el gol hecho al central francés; y ha completado la remontada los de Unai Emery con una diana casi sin querer de Vicente Iborra tras un gran pase de Kevin Gameiro a la espalda de la defensa local.

La primera parte ha transcurrido igualada y las mejores ocasiones han llegado en el último cuarto de hora, que ha abierto Williams con un desmarque de ruptura, servido por De Marcos, que no ha terminado en gol porque se ha interpuesto Soria en una buena intervención.

Parecida, pero mejor, ha sido la parada de Iago Herrerín tres minutos después ante un Vitolo que tenía mucho mejor ángulo que Williams para superar al portero.

Y, ya llegando al descanso, ha aparecido Aduriz como seria amenaza para los visitantes con dos remates de cabeza en el primer palo. En el primero, a centro de Williams, se le ha interpuesto Fazio para forzar un córner; y, en el segundo se le ha ido al palo un golpe franco de Beñat en el que se ha adelantado a su marcador.

La segunda mitad ha empezado con un Athletic decidido a abrir el marcador y lo ha hecho rápido, el minuto 47. Con un gran cabezazo a contrapié de Aduriz a un centro desde la derecha no menos meritorio de Muniain.

Se ha crecido el Athletic en los siguientes minutos y el Sevilla lo ha pasado mal. Tanto que ha visto como en un cabezazo de Etxeita ha podido llegar el 2-0. Se veía más un segundo gol local que el empate visitante cuando un grave error en una cesión de Muniain ha permitido a Kolo equilibrar el electrónico.

Cuando todo parecía quedar para el Sánchez Pizjuán, el Sevilla ha enlazado una contra a raíz de una pérdida local en ataque, Gameiro se ha ido deshaciéndose de rivales y ha encontrado a Iborra por detrás de la defensa visitante para que el valenciano batiese, casi sin proponérselo, a Herrerín en su salida.