Arantxa MANTEROLA
baiona

EH Bai apela a «construir la mancomunidad con lealtad»

Después del apoyo claramente mayoritario de los ayuntamientos de Ipar Euskal Herria a la creación de la mancomunidad única, EH Bai entiende que el proyecto está «totalmente legitimado». Por lo tanto, considera que hay que proceder a su puesta en marcha «sin pérdida de tiempo» para que pueda iniciar su andadura el 1 de enero de 2017. Insta a sus militantes y simpatizantes a implicarse en ello y a los reticentes a trabajar «todos juntos con lealtad».

Varios electos y representantes de EH Bai subrayaron ayer, en Baiona, la «importancia, en el contexto de la reforma administrativa del Estado, del paso que supone la creación de una mancomunidad única para Ipar Euskal Herria aunque no sea la institución que los abertzales buscamos en última instancia».

Aplaudieron, asimismo, el «gran trabajo realizado en estos intensos meses» por decenas de electos de diversas tendencias que se han sumergido en la tarea de análisis y diseño. «Sin embargo, esto no ha sido más que el principio ya que la verdadera construcción de la nueva institución comienza ahora», dijo Anita Lopepe.

Legitimidad demostrada

Los resultados de las dos rondas realizadas en los 158 consistorios vascos –la consultiva del otoño y la decisoria de la primavera– en el que 2/3 se posicionaron a favor de la mancomunidad única no dejan lugar a dudas sobre la «legitimidad democrática» del proyecto, añadió Daniel Olzomendi, alcalde de Izura-Asme.

El movimiento abertzale manifestó su compromiso de participar en la nueva fase de puesta en marcha y apeló a sus militantes, simpatizantes y electos que se reconocen en su proyecto a implicarse también en ella.

Jean-Claude Iriart, concejal de Baiona, incidió en la importancia de que dicha labor se acometa «entre todos, incluidos los reticentes, y que se haga con lealtad». Se refería a la posibilidad de que algunos puedan estar tentados a presentar recursos contra los decretos del prefecto que, en opinión de EH Bai, «de facto serían contra la nueva institución». «Ello podría acarrear retrasos a la hora de garantizar el servicio público a los ciudadanos pero, sobre todo, supondría malgastar energias y deteriorar el clima constructivo», añadió.