Este tipo de extorsión consiste en que el comunicante, en llamada telefónica realizada normalmente desde el extranjero, solicita un rescate por un supuesto secuestro que en realidad no se ha producido.

Según ha informado en un comunicado la Policía Foral, esta segunda denuncia fue interpuesta el pasado lunes por una vecina de Burlada en la Oficina de Atención Policial de la Plaza del Castillo de Iruñea.

Los hechos, cometidos desde un teléfono situado en Chile, están siendo investigados por agentes de la División de Policía Judicial de la Policía Foral.

En la denuncia se relata un aviso mediante grabación en la que se solicitan 5.000 euros para liberar a una hija, supuestamente secuestrada, dándose instrucciones de cómo hacer la entrega del dinero.

La Policía Foral ha explicado que este ‘modus operandi’ se basa en obtener información de la víctima por distintos medios como redes sociales o guías telefónicas, por ejemplo, y realizar la llamada requiriendo el envío de una importante cantidad de dinero a través de una empresa de pago.

Se trata, ha alertado dicho cuerpo, de una tipología delictiva que se incrementa durante el periodo estival, al ser bastante frecuente que la persona presuntamente secuestrada pueda no responder a su teléfono o no estar localizable durante sus vacaciones.

La Policía Foral ha recomendado, ante la sospecha de ser víctima de una extorsión de este tipo, apuntar todos los datos posibles sobre la llamada y el contenido de la misma, intentar contactar con el supuesto secuestrado para confirmar que se encuentra bien y ponerlo inmediatamente en conocimiento de la Policía para realizar la investigación consiguiente.

El primer caso denunciado se saldó sin abonar ningún dinero al percatarse del engaño la víctima, una mujer de 73 años vecina de Iruñea.