Con puntualidad, a las siete de la tarde, y buen tiempo, la plaza del Arriaga y sus alrededores, completamente abarrotados de personas con ganas de fiesta, han sido un año más el escenario del arranque festivo, precedido por la lectura del pregón, a cargo este año del actor, guionista y director de cine y teatro Patxo Telleria.
Encaramado a la balconada del Arriaga y vestido con el característico y vistoso traje amarillo y bicornio negro, Telleria ha leído un pregón bilingüe y en verso que era traducido simultáneamente al lenguaje de signos.
Jaleado desde la plaza en cada una de sus estrofas, ha dado especial protagonismo a la campaña «No siempre es no», puesta en marcha por el Ayuntamiento, los comerciantes, los hosteleros y las comparsas para evitar las agresiones sexuales.
«Las agresiones sexistas nos hartan; la violencia y la prepotencia nos dan asco. Fuera agresores», ha proclamado Telleria.
Ante el entusiasmo del auditorio, también ha hecho una defensa de Bilbo como lugar de acogida. «Quién decía que más gente no cabía. Acojamos refugiados», ha defendido antes de terminar con un «gora Marijaia».
Menos éxito ha tenido el llamamiento para disfrutar de un txupin limpio, ya que se ha repetido el lanzamiento de una mezcla de harina, huevo e incluso ketchup, con la que se han embadurnado numerosos jóvenes.
Una vez finalizado el pregón, Giséle Felli Gorritxo, de la comparsa Komantxe, ha sido la encargada del lanzamiento del txupin, e inmediatamente después la aparición de Marijaia en el balcón ha desatado la fiesta hasta el domingo de la próxima semana.