«¿Por qué deberíamos apoyar su candidatura?» Esta es una de las frases más repetidas por Aitor Esteban, diputado del PNV, quien ha lanzado un discurso muy duro contra Mariano Rajoy. Le ha acusado de desarrollar planes recentralizadores, de no comprometerse con la normalización política en Euskal Herria y de negar la soberanía de los vascos. «No nacimos para garantizar la estabilidad de España», ha considerado.

Sobre la resolución, ha criticado la «obstaculización» de la denominada «vía Nanclares», ha cuestionado la «transposición tramposa» de una directiva europea que obliga a contabilizar las penas cumplidas en el Estado español y ha denunciado que Madrid no investigue las querellas por torturas. «Pueden ser o no ciertas, pero hay que investigarlas», ha señalado. Esta ha sido la única mención a la normalización política. Ni Rajoy ha respondido ni Esteban ha vuelto a sacar el tema. Al contario de lo que ocurría hace años, el conflicto vasco ha desaparecido de la agenda del Congreso español.

Tras las andanadas de Esteban ha tocado el turno de réplica. Rajoy hoy no ha venido a hacer amigos y aunque no ha utilizado un tono tan agresivo como con Pedro Sánchez o Pablo Iglesias, tampoco ha sido amable. «¿Usted que pensaba, que iba a venir a defender algo distinto de la unidad de España? Me tendría que haber pasado algo», ha ironizado el inquilino de La Moncloa. Consciente de que en esta sesión no se iba a llevar el favor de los cinco diputados jelkides, Rajoy  ha lanzado algunas pullas. Por ejemplo, cuando ha afirmado que el PP ha aprobado 56 iniciativas legislativas con el apoyo del PNV. Una cifra rechazada por Esteban, que ha matizado que eran 30 de 159 nuevamente reiterada por el presidente español.

Como todo el debate de investidura, la discusión entre Rajoy y Esteban se ha movido más en el terreno de lo ideológico que de lo concreto. El jelkide, reivindicando la nación vasca. El presidente español, su «gran nación», llegando incluso a ofrecer a Esteban que opine sobre «Pontevedra». «Usted también forma parte de la soberanía española», ha argumentado.

Esteban venía con una lista de agravios en forma de ninguneo al lehendakari o de recursos ante el Tribunal Constitucional promovidos por Madrid. Rajoy, impasible, ha intentado templar gaitas pero manteniéndose firme: «la relación ha sido mejor de lo que usted plantea».

Queda claro que ni hoy ni el viernes tendrá el candidato del PP el apoyo del PNV.