Sin embargo, el tribunal que ha juzgado a Largade, quien no ha estado presente en la lectura de su sentencia, no ha impuesto ninguna pena a la directora del FMI y esta decisión no aparecerá en sus antecedentes.
En agosto de 2014, la magistratura francesa abrió una investigación sobre la actuación de la exministra respecto a un tribunal de arbitraje promovido por ella y que había determinado siete años antes el pago de una indemnización de 403 millones de euros al empresario Bernard Tapie por la firma de equipamiento deportivo Adidas.
Confiscada a Tapie en los 90, esa empresa fue vendida por el banco Crédit Lyonnais por un precio muy inferior al de mercado, según el empresario, que reclamaba al Estado una indemnización. Tras años de litigio, Lagarde, ministra de Economía en el Gobierno de Nicolas Sarkozy entre 2007 y 2011, antes de su llegada al FMI, decidió que fuera un arbitraje privado el que fijara esa indemnización, que llegó a los 403 millones.
El hecho de que no fueran los tribunales los que calcularan el monto de la indemnización provocó que se abriera una investigación judicial por presunta corrupción.
Christine Lagarde en enfrentaba a la posibilidad de ser condenada a un año de prisión y a una multa de 15.000 euros, aunque el fiscal había solicitado la absolución de la exministra, quien tildó de «totalmente infundada» su imputación.
Lagarde dio comienzo el pasado 5 de julio a su segundo mandato de cinco años como directora gerente del FMI, institución que lidera desde julio de 2011.