GARA
DONOSTIA

El Foro de Davos plantea la reforma del capitalismo ante el populismo

El “Informe de Riesgos Globales 2017” elaborado por el Foro Económico Mundial concluye que la desigualdad económica, la polarización social y los crecientes peligros medioambientales son las tres tendencias principales que determinarán el desarrollo global en los próximos diez años. Ante esos retos, propone una reforma del capitalismo.

La crisis económica ha dejado de ser una de las cinco grandes amenazas globales, relegada por el riesgo de eventos climáticos extremos, los «movimientos migratorios no voluntarios» o los «ataques terroristas a gran escala», según el ránking elaborado anualmente por el Foro de Davos, que, no obstante, advierte de que serán factores económicos los que determinarán la evolución mundial durante la próxima década, por lo que reclama «reformas fundamentales» del capitalismo en respuesta a la desigualdad, ya que esta alimenta el auge de los movimientos populistas.

«La combinación de desigualdad económica y polarización política amenaza con amplificar los riesgos globales, erosionando la solidaridad social sobre la que descansa la legitimidad de nuestros sistemas políticos y económicos», explica el Foro Económico Mundial en su “Informe de Riesgos Globales 2017”, publicado en vísperas de la asamblea anual que se celebrará en la localidad suiza entre los días 17 y 20 de este mes.

«Es posible que sean necesarias reformas fundamentales del capitalismo de mercado para hacer frente, en particular, a una aparente falta de solidaridad entre quienes ocupan la parte superior de la renta en la distribución de riqueza y quienes están más abajo», añade.

Desafección con el «statu quo»

El Foro constata que «el descontento con el orden actual se ha convertido en una propuesta electoral ganadora, lo que incrementa la urgencia de comprender y responder a estos riesgos globales». Advierte de que la débil recuperación económica tras la crisis explica únicamente parte de la situación, subrayando que estimular el crecimiento no basta para remediar las fracturas más profundas de la política económica.

«Años de generar presión en muchas partes del mundo, al menos desde la crisis financiera global, cristalizaron en resultados políticos dramáticos durante 2016 a medida que la desafección pública con el statu quo ganó peso», señala.

En este sentido, la organización fundada en 1971 ha identificado cinco grandes retos a los que se debe prestar la mayor atención global: introducir un mayor grado de solidaridad y pensamiento a largo plazo en el capitalismo de mercado; revitalizar el crecimiento económico mundial; reconocer la importancia de la identidad e inclusividad en las políticas comunitarias saludables; mitigar los riesgos y explotar las oportunidades de la “cuarta revolución industrial”; y fortalecer los sistemas de cooperación global.

«El año 2017 será un momento crucial para la comunidad internacional», afirma el fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, quien entiende que la amenaza de un mundo menos cooperativo y más ensimismado también ofrece la oportunidad de abordar los riesgos globales y las tendencias que hay detrás de ellos.

Para elaborar el informe, los representantes del Foro han consultado a cerca de 750 expertos en riesgos de los sectores económico, político y científico, así como personalidades de la sociedad civil. Todos evaluaron 30 riesgos globales, así como 13 tendencias subyacentes.

Tras la desigualdad, los encuestados colocan en segundo lugar al cambio climático, por delante del incremento de la polarización social, la creciente “ciberdependencia” y el envejecimiento de la población.

Además, entre las principales interconexiones de riesgos señalan al desempleo y el subempleo, ya que generan inestabilidad social, así como las grandes migraciones y el colapso estatal, mientras que indicaron que los fallos en la gobernanza nacional también son causa de profundas inestabilidades sociales.

Política monetaria

Por otro lado, a pesar de señalar las evidencias del impacto positivo de las «medidas no convencionales» adoptadas por los bancos centrales en respuesta a la crisis, que han sido por ahora la solución predominante por parte de las autoridades, el Foro Económico Mundial afirma que medidas como la «expansión cuantitativa» también han exacerbado la desigualdad.

«Aunque las evidencias apuntan al impacto positivo sobre el crecimiento y el empleo, la expansión cuantitativa también ha exacerbado la desigualdad de ingresos al impulsar la rentabilidad obtenida por los propietarios de activos financieros, mientras que los ingresos reales de los trabajadores han crecido muy lentamente», precisa.