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BILBO

El PP no logra impedir que la situación de Zulueta llegue al Pleno de Bilbo

El aislamiento al que está sometida la presa Arantza Zulueta será abordado en el Pleno de Bilbo la semana próxima. Solo el PP se opuso a ello. La plataforma de apoyo se ha reunido además con el colectivo argentino A Casa, que participa en charlas sobre el aislamiento.

Con la única oposición del PP, la comisión especial de Participación del Ayuntamiento de Bilbo acordó ayer que una proposición de la plataforma SOS Arantza pueda presentarse por parte de una de sus integrantes y debatirse en el pleno ordinario del próximo jueves 26 de enero.

La iniciativa insta a la Corporación a manifestar su malestar y preocupación por la grave situación que padece desde hace tres años la abogada presa Arantza Zulueta, vecina de Bilbo. Además, se solicita que se deje de aplicar este régimen de aislamiento y se adopten las medidas necesarias para que la causa que se sigue contra ella en la Audiencia Nacional se acelere, dando así fin a la prolongada prisión provisional que soporta.

La plataforma ciudadana demanda también que se solicite desde el Consistorio bilbaino a Instituciones Penitenciarias que cambie la situación y aplique los principios de respeto a los derechos humanos y jurídicos. Asimismo, SOS Arantza reclama que el Pleno muestre su solidaridad hacia los familiares.

Un día antes, Alfonso Zenon y Aitziber Sagarminaga, integrantes de la Plataforma de Apoyo a Arantza Zulueta, se reunieron en Bilbo con Mirta Fabre y Susana Etchegoyen, representantes del colectivo argentino A Casa, formado por personas sensibilizadas y comprometidas con la situación de los presos vascos.

Además de participar en la movilización de Sare el sábado en Bilbo, la sicoanalista Fabre y la médico y exdiputada Etchegoyen participan en charlas sobre el aislamiento, como la ofrecida anteayer en GITE-IPES, dentro del ciclo denominado ‘‘Kartzela kalera’’.

En la citada reunión se entregó un informe sobre Zulueta que las activistas argentinas difundirán, y se abordó además el caso de Harriet Iragi.