NAIZ
IRUÑEA

El Gobierno navarro se concentra por las «víctimas del terrorismo», con ausencia de UPN y PP

Una concentración convocada por el Gobierno de Nafarroa ha conmemorado en Iruñea el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, un acto al que no han acudido víctimas de ETA ni tampoco representantes de UPN y PP.

El Gobierno de Nafarroa se ha concentrado ante el Palacio de Navarra. (GOBIERNO DE NAFARROA)
El Gobierno de Nafarroa se ha concentrado ante el Palacio de Navarra. (GOBIERNO DE NAFARROA)

El Gobierno de Nafarroa se ha concentrado ante el Palacio de Navarra con la lehendakari Uxue Barkos a la cabeza, con motivo del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo. Junto a Barkos estaban la mayor parte de los miembros de su gabinete, así como la presidenta del Parlamento Foral, Ainhoa Aznárez; el de la Federación Navarra de Municipios y Concejos, Pablo Azcona; el Defensor del Pueblo, Javier Enériz; y representantes de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E, así como de CCOO. UPN y PP no han acudido, y tampoco víctimas de ETA.

Al término de la concentración, Barkos ha mostrado su respeto por la decisión de las víctimas de ETA de no acudir.

El motivo de su ausencia es que, en su opinión, este acto es «incompatible» con el celebrado el 18 de febrero por el Gobierno navarro en reconocimiento a víctimas de la violencia policial y de grupos de extrema derecha.

«Respeto siempre a la opinión de la personas», ha dicho Barkos, que sin embargo también ha indicado que hay que «lamentar que las diferencias, por legítimas que puedan ser», no hayan posibilitado un encuentro «en lo que debía ser el objetivo principal, el rechazo al terrorismo».

Tras asegurar que su Ejecutivo «está hoy y estará siempre allá donde se condene el terrorismo en cualquiera de sus formas», ha comentado que por esa razón solo podía «lamentar profundamente» la falta de UPN y PP en la concentración por «una decisión de tipo político».

Mientras que UPN no ha dado ninguna explicación sobe su ausencia, el PP ha emitido un comunicado en el que señala que el acto de febrero fue «una humillación» para las víctimas de ETA y «un intento de desprestigiar a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que tanto bien han hecho en la lucha contra el terrorismo».