«Mi responsabilidad es preservar la acción del Gobierno», ha explicado el ministro del Interior francés, Bruno Le Roux, en una comparecencia, poco después de entregar su dimisión al presidente del Estado francés, François Hollande. Este último ha nombrado, a propuesta de Bernard Cazeneuve, al secretario de Estado de Comercio Exterior, Matthias Fekl.

Fekl es considerado como un hombre afín al presidente y su nombre había sonado en anteriores ocasiones para otros cargos relevantes en el Ejecutivo, como la cartera de Asuntos Exteriores.

El programa Quotidien, de la cadena francesa TMC, reveló ayer que las hijas de Le Roux se habrían beneficiado de 24 contratos como colaboradoras parlamentarias mientras éste era diputado. Las menores, por entonces de 15 y 16 años, habrían cobrado unos 55.000 euros.

Le Roux ha considerado «necesario» hacerse a un lado «por el bien del Gobierno y del Ministerio de Interior». El ministro saliente, no obstante, ha defendido su «honestidad» frente a la polémica. «He respetado la función de diputado y sus responsabilidades, he trabajado con honestidad en las relaciones humanas y en todo acto político, pero mi responsabilidad es preservar totalmente la acción gubernamental», ha añadido Le Roux.

Este escándalo ha golpeado la campaña electoral cuando los franceses aún digieren la imputación del candidato presidencial de Los Republicanos, François Fillon, por la supuesta contratación ficticia de su mujer, Penelope, como asesora parlamentaria, gracias a los cual se habría embolsado cientos de miles de euros.