La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, ha explicado en la comparecencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno los contenidos de esta iniciativa que, según ha dicho, atiende a las necesidades de la industria 4.0 y responde a las demandas de las pymes.

El presupuesto previsto para este año es de 296 millones de euros. Para todo el periodo de vigencia el plan contará con 1.225 millones, a los que se suman una línea de avales anuales y la capacidad de financiación disponible en los fondos de capital riesgo en el Instituto Vasco de Finanzas, que en total suman 1.000 millones de euros. A ello se sumarían las partidas que lleguen a través de fondos comunitarios.

Cada año el presupuesto aumentará un 1,2%, porcentaje que llegará hasta el 5% de incremento en los apartados relativos a la innovación (I+D+i).

Tapia ha precisado que el plan contempla las partidas públicas, pero que en cada una de las convocatorias la aportación económica de las empresas es «muy relevante», con una media de un 40% de ayuda por parte de la Administración y un 60% de presupuesto privado.

Los objetivos estratégicos que guían este plan son lograr que la industria llegue a suponer el 25% del PIB de la CAV, que se dote de más calidad, sea más competitiva y que se impulse una política industrial eficiente.

Cuestionada por si este objetivo es poco ambicioso, ya que en estos momentos el peso de la industria está cercano al 24%, la consejera ha respondido que alcanzar el 25% «es un objetivo alcanzable, pero no sencillo» y ha añadido: «Ojalá que en cuatro años pueda decir que era un objetivo poco ambicioso».

Tapia: «Salto cualitativo»

Tapia ha señalado que esta iniciativa busca dar un «salto cualitativo» en las políticas industriales iniciadas en la década de los ochenta, para lo que ha hecho especial hincapié en impulsar la digitalización de las firmas vascas.

Ha precisado que la digitalización de las empresas manufactureras requiere tiempo, inversión y esfuerzo, por lo que ha advertido de que se debe incidir en reducir la brecha digital entre las empresas más avanzadas y las más rezagadas.

Junto a este eje transversal, el plan contempla otros seis dirigidos a apoyar el desarrollo y la competitividad de las pymes, a impulsar proyectos industriales estratégicos, la internacionalización y la formación de profesionales.

Entre las iniciativas previstas destacan realinear los instrumentos financieros con las nuevas necesidades de las empresas y con sus prioridades.

También se impulsarán proyectos de cadenas de valor, se establecerán acuerdos con regiones punteras como Alemania y Escandinavia, se apuntalará la labor de apoyo a empresas en dificultades, y se aumentará el suelo industrial disponible, con un nuevo enfoque adaptado a los cambios del entorno.

Asimismo, se contemplan planes sectoriales de promoción energética e industrial en energía eólica, biomasa, geotermia, autoconsumo y energías oceánicas.

El Departamento defiende la necesidad de este plan porque, aunque la CAV cuenta con una industria bien posicionada, necesita también reforzarse y blindar su competitividad.

Apoyo a empresas en dificultades

Tapia ha defendido la labor de apoyo a las empresas en crisis que lleva a cabo el Gobierno de Lakua. Ha señalado que la pasada legislatura sólo cuatro firmas acudieron al programa específico para empresas que se enfrentan al cierre, pero que su Departamento ayudó de manera individualizada a 175 compañías, de las cuales 165 salieron adelante, lo que supuso salvar 22.000 empleos.

En definitiva, ha defendido que es preciso implementar medidas para lograr una industria «productiva, mejor y más competitiva, más internacionalizada, que genere empleo de calidad» y que permita tener una economía «fuerte y consolidada».

El plan, que se enviará al Parlamento de Gasteiz para su debate, se enmarca en el Programa Marco por el Empleo y la Reactivación Económica Euskadi 2020.