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Chivite revalida su cargo al frente del PSN con el 82,75% de votos

La nueva comisión ejecutiva del PSN, liderada por María Chivite como secretaria general, ha contado con un apoyo del 82,75% de los votos de los delegados al XI congreso del partido.

María Chivite, durante su intervención en el Congreso del PSN. (@PSNPSOE)
María Chivite, durante su intervención en el Congreso del PSN. (@PSNPSOE)

El congreso, con 145 delegados acreditados, ha elegido también a los miembros del Comité Regional, con un respaldo del 84,8% y el resto votos en blanco, y del Comité de Ética con un 85,51% y el resto en blanco. Un 86,20% de los votos ha logrado la lista al Comité Federal integrada por Mikel Bezunartea y María José Verano.

En la nueva ejecutiva Ramón Alzórriz, hasta ahora en Política Municipal, sustituye a Santos Cerdán al frente de Organización, ya que este ocupa la de Coordinación Territorial federal desde el último congreso del PSOE, y vuelve a ocupar un cargo político en el área económica la exdelegada del Gobierno español en Nafarroa Elma Sáiz.

En su discurso, Chivite, ha asegurado que en 2019 liderarán el Gobierno foral porque «vale ya de mirada corta y sectaria, de políticas conservadoras y antisociales, segregadoras que separan y enfrentan, de políticas antidesarrollo que frenan y no impulsan».

Ha subrayado que Nafarroa necesita «un liderazgo que se comprometa con la ciudadanía», un «proyecto abierto, internacionalista, integrador y europeísta como es el del socialismo».

Segura de que «los socialistas» son «el referente de la izquierda», ha señalado que con Pedro Sánchez y su equipo el partido vive «un buen momento aunque tendrán que «arriesgar», mientras Mariano Rajoy está «deteriorando la democracia, y UPN y PNV están mirando para otro lado».

Ha acusado al Gobierno de Nafarroa de practicar «el autobombo» pese a los «déficits importantes» que tiene a su juicio en áreas como el empleo, el desarrollo económico, la fiscalidad o la educación.

A ello Chivite ha sumado «el uso torticero» que el cuatripartito hace del euskara y que resulta «contrario a la propia lengua», y sus «errores» en materia de convivencia, al «utilizar los sentimientos de la gente para poner en cuestión los símbolos» y «el marco institucional».

«Vamos a crear las condiciones para ser la alternativa. Estamos en el buen camino, estoy segura. Ya en el anterior congreso regional emprendimos el rumbo de reubicación en la izquierda y nos hemos situado en nuestro espacio natural tras tiempos difíciles en los que hubo decisiones que nos alejaron de nuestra militancia y nuestros votantes», ha reconocido.