El Alaves afrontaba este domingo un partido crucial en Mendizorrotza, un partido en el que necesitaba empezar a desmostrar mejores cosas para tranquilizar a los seguidores babazorros. Pero lo que se ha visto en el césped de Mendizorrotza no invita al optimismo.

Los albiazules han caído en casa ante el Villarreal (0-3), por lo que siguen sin puntuar en la cuarta jornada de la Liga. Pero hay una cosa peor que eso, y es que el equipo babazorro ha sido incapaz de marcar un solo gol en cuatro partidos.

El Alavés apenas crea ocasiones y eso es lo que también hoy se ha visto. El Villarreal, sin hacer un gran juego, ha podido llegar con ventaja al descanso (0-1), y eso que el árbitro ha anulado un gol a Rukavina por fuera de juego nada más comenzar el partido.

El hecho de que el Villarreal no estuviera desplegando un juego de diez invitaba a pensar en la remontada local, pero Bacca, en el 52 de partido, ha dejado el partido casi sentenciado. A partir del segundo gol los locales han bajado los brazos y nunca han contado con opciones reales para la remontada.

La guinda ha llegado cuando Bakambú ha marcado el tercero en el 62 de partido, y los visitantes han podido aumentar todavía más la renta si no fuera porque el árbitro les haya anulado un segundo gol, también por fuera de juegao.

Los jugadores de Luis Zubeldía afrontan un importantísimo partido este próximo miércoles contra el Deportivo, que llega con tan solo un punto en la clasificación.

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