Los bomberos portugueses han conseguido controlar todos los incendios que afectaban al centro y norte del país, donde al menos 36 personas han fallecido y 63 han resultado heridas por la oleada de fuegos iniciada el pasado domingo.

Según la Autoridad Nacional de Protección Civil, a primera hora de esta mañana solo se registraba un fuego de pequeñas dimensiones en el municipio de Moura, que era atendida por cuatro bomberos.

Es el único incidente de la jornada, en la que el descenso de las temperaturas y las lluvias registradas durante la madrugada en parte del territorio han ayudado a los bomberos a controlar los incendios.

El Gobierno del país ha declarado tres días de luto oficial por los fallecidos por el fuego, que comienza este martes, así como estado de calamidad pública en todos los distritos al norte del Tajo.

Galicia registra 53 incendios forestales, en la que ya no hay fuegos con la situación 2 decretada tras ser desactivada en cinco fuegos en la provincia de Purense y dos en la de Lugo.

Según ha informado la Consellería do Medio Rural, permanecen activos 23 incendios, de ellos cuatro en Lugo, siete en Pontevedrra y 12 en Ourense. Mientras, están estabilizados ocho fuegos y otros 22 permanecen controlados.

Los servicios de emergencia han destacado que las lluvias generalizadas y el moderado descenso de las temperaturas están facilitando las labores de extinción.

Por su parte, las condiciones meteorológicas han permitido reducir los incendios forestales en Asturias a 21, aunque se mantiene activo el dispositivo de extinción compuesto por más de 400 trabajadores.

Se espera que con las lluvias que se prevén y la bajada en las temperaturas favorezca la contención y el control de los incendios.