Ion TELLERIA

Velas para alumbrar la transición a la democracia

LA LUZ DE LAS VELAS CENSURÓ AYER EL ENCARCELAMIENTO DE LOS PRESIDENTES DE LA ANC Y ÒMNIUM. EN LA DENUNCIA, UNA CONFLUENCIA POR LA DEMOCRACIA; ENTRE LOS ASISTENTES GRITOS, TAMBIÉN, POR LA INDEPENDENCIA. RECLAMACIONES AMBAS QUE CADA DÍA QUE CATALUNYA AVANZA HACIA SU REPÚBLICA, PARECEN UNIR SU DESTINO.

La de ayer fue una jornada de repulsa casi instintiva al encarcelamiento a última hora del lunes de Jordi Sànchez (ANC) y Jordi Cuixart (Òmnium). Un día de protesta que comenzó la víspera con manifestaciones y caceroladas espontáneas, que prosiguió de la misma manera a primera hora de la mañana hasta llegar a la primera convocatoria oficial: paro en todo el país al mediodía al que se unieron decenas de miles de personas. Tras la puesta de sol, velas en mano, la convocatoria principal llenó la Diagonal de Barcelona al grito de «presos políticos libertad», proclama prevista solo por los agoreros.

No todos aquellos que apoyaron la movilización de ayer apuestan por la independencia, pero todos los independentistas ven ya en la República catalana la única vía hacia la democracia. Los gritos a favor de una y otra reivindicación se mezclaron durante. «Declara la independencia y ya está», interpelaron, por ejemplo, a Puigdemont en la movilización matinal en la Plaça Sant Jaume.

La cita principal era por la tarde. Esperando a que el acto comenzara, sentado en un banco, Jordi, que portaba un cartel en el que se leía “Guantanamo = Spain” escrito sobre la bandera europea. Decía que «no se dan cuenta de que ya han perdido. Yo nunca me he sentido español, siempre he sido independentista...», seguía cuando le cortó Maria Teresa, sentada a dos metros en el mismo banco, «yo sí, yo sí me he sentido española toda mi vida». Tiene 73 años y está jubilada, «pero desde que nos tumbaron el Estatut... y ahora todo esto... me he vuelto independentista, sí».

La espera transcurrió entre gritos de «libertad» y de «independencia» hasta que llegó un nuevo asistente al que nadie invitó. Los miembros del Govern y una amplia representación parlamentaria reaccionaba ante los gritos de «fuera las fuerzas de ocupación» mirando al cielo. Era el helicóptero de la Policía española que una vez que subieron los miembros de las direcciones de la ANC y Òmnium al escenario, se dejó notar bajando a una distancia desde la que se podían vislumbrar los distintivos característicos del autogiro. «¿El pájaro es nuestro?», se preguntaba un mosso encargado de la seguridad antes de comprobar con sus propios ojos que no.

El acto multitudinario sirvió, también, para la presentación en sociedad de los nuevos portavoces de ambas entidades soberanistas. Agustí Alcoberro, vicepresidente de la ANC, se autopresentó y tras denunciar el arresto de los presidentes independentistas sentenció, «siempre habrá relevo, nuestra cantera es el pueblo de Catalunya». Recordó que una de las razones esgrimidas por la jueza Lamela para encarcelar a Cuixart y Sànchez es el «riesgo de reincidencia»; un riesgo real, «quienes reincidimos somos nosotros», gritó levantando los brazos ante las decenas de miles de personas que lo acompañaron con un sonado aplauso. Marcel Mauri, portavoz de Òmnium, instó a los presentes a «defender lo que la gente votó el 1 de octubre» y concluyó su intervención al grito de «viva la República».

En el manifiesto final las entidades soberanistas denunciaron que «quieren dividirnos como pueblo y romper nuestra convivencia». Tras ello, cinco minutos de silencio, velas en alto, móviles para quienes las habían consumido, y gritos de «llibertat» al unísono para encarar la parte final del acto que concluyó al son de “Els Segadors”.

Protesta unitaria

Todo el día de ayer fue una movilización constante, al mediodía los centros de trabajo y estudio de todo el país pararon y en la capital el centro de atención era la Plaça Sant Jaume. A un lado el Palau de la Generalitat, al otro el Ayuntamiento de Barcelona.

El president Carles Puigdemont encabezó la delegación del Govern, que interrumpió su reunión semanal, y se sumaron varios concejales del Ayuntamiento comandados por la alcaldesa Ada Colau. Estaban, también, los secretarios generales de CCOO y UGT en Catalunya tras la pancarta de Taula per la Democràcia, un espacio de encuentro amplio que pretende ser efímero, pero que cada coz del Estado español vuelve a unir. Por la tarde, anunciaron una manifestación que se prevé multitudinaria para este sábado. Desde la ANC y Òmnium y los CDR (Comités de Defensa del Referéndum) también anuncian más protestas.

La proclama seguirá siendo la democracia, y mucha gente seguirá exigiendo que se respete lo votado el 1 de octubre. Democracia e independencia, dos estados que avanzan hacia la confluencia en uno solo, la República catalana. La gente, siempre la gente, lo tiene cada día más claro... y días, faltan pocos.