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RANGÚN

Testimonios de rohinyás revelan un patrón metódico de vulneraciones

La Misión de Investigación de la ONU para Myanmar, establecida en marzo pasado por el Consejo de Derechos Humanos, advirtió ayer de que los testimonios recabados durante su primera visita a Bangladesh apuntan a un patrón «sistemático y metódico» de violaciones de derechos humanos contra los rohinyás.

Expertos de Naciones Unidas han determinado que los testimonios de los rohinyás que escapan del Ejército birmano revelan un patrón «consistente y metódico» de ejecuciones, torturas, violaciones e incendios provocado. El equipo, liderado, por el antiguo fiscal general de Indonesia, Marzuki Darusman, también ha aseverado que la cifra de muertos desde el inicio de la persecución, el 25 de agosto, todavía se desconoce con exactitud, pero podría «acabar siendo extremadamente alta».

«Hemos escuchado muchos testimonios de mucha gente, procedente de muchos pueblos del estado de Rajine. Todos ellos apuntan a un patrón consistente y metódico de acciones que resultan en gravísimas violaciones de derechos humanos que están afectando a cientos de miles de personas», afirmó el antiguo fiscal general de Indonesia, Marzuki Darusman, al frente de la Misión de Investigación de la ONU para Myanmar.

Darusman se mostró «profundamente perturbado» tras finaliza ayer la visita a Bangladesh, adonde han huido más de 600.000 rohinyás y donde la delegación se entrevistó con miembros de esta minoría musulmana, diplomáticos y funcionarios. Otra de los miembros de la misión, Radhika Coomaraswamy, afirmó sentirse «conmovida y enfadada» tras escuchar algunos de los más «horrendos» testimonios sobre violencia sexual con los que se ha encontrado en su carrera, según la nota.«Uno podía ver el trauma en los ojos de las mujeres que entrevisté. Cuando se prueben, nunca debe permitirse que este tipo de abusos se deje sin castigar», manifestó.

La misión lamentó que Myanmar no les haya dado todavía acceso al estado de Rajine, lo que «dificulta» el esclarecimiento de lo que está ocurriendo. La información recogida por la delegación, incluyendo los testimonios de rohinyás, será verificada y posteriormente incluida en el informe que ésta deberá presentar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en setiembre del año próximo.

El presidente del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, aseguró que la crisis humanitaria está «fuera de control».

«Estamos presenciando un incremento muy fuerte de la violencia, no solamente entre sujetos armados, también entre civiles, que está diviendo familias y provocando que muchas personas se sientan abandonadas y reprimidas», manifestó.

 

Unicef alerta de la alta tasa de malnutrición entre los menores

Unicef advirtió ayer de que entre los niños rohinyás llegados a Bangladesh hay miles que sufren malnutrición moderada o severa aguda y que requieren asistencia inmediata.

El Fondo de la ONU para la Infancia y sus socios han evaluado a 59.604 menores entre los refugiados 604.000 refugiados rohinyás, de los que 1.970 sufren malnutrición severa aguda, la más grave en la clasificación, y 6.971 experimentan síntomas moderadamente agudos, indicó la portavoz Marixie Mercado. El organismo ha creado 15 centros de tratamiento y de nutrición, incluido un punto móvil, y se establecerán seis más en el campamentos de Kutupalong. Mercado constató que muchos niños ya llegan malnutridos a Bangladesh.

En el estado birmano de Rajine, las tasas de malnutrición en las ciudades de Maungdaw y Buthidaung, de donde proceden la mayoría de los refugiados, estaban antes del estallido de la nueva ola de violencia, por encima del umbral de emergencia.

Desde el 25 de agosto, Unicef ha tenido que dejar de tratar a unos 4.000 niños con malnutrición severa aguda en el norte de Rajine porque Myanmar le ha denegado el acceso.

La portavoz de Unicef alertó que se han detectado casos de sarampión tanto entre la población que se encontraba ya en asentamientos temporales antes del 25 de agosto como entre los recién llegados.GARA